Centenares de personas han secundado este domingo la XXXI Marcha a Rota, convocada por la Plataforma Andaluza contra las Bases y demás colectivos adheridos bajo el lema ‘Andalucía, tierra de paz’. La protesta partía a mediodía desde el estadio de fútbol Alcalde Navarro Flores. Un año más, esta convocatoria ha clamado en contra de las guerras y los gastos militares reivindicando, además, la desaparición de las bases militares y de tropas extranjeras de la región.
Centenares de personas han secundado en la mañana de este domingo la XXXI Marcha a Rota, convocada por la Plataforma Andaluza contra las Bases Militares y demás colectivos adheridos bajo el lema ‘Andalucía, tierra de paz’. La protesta partía a mediodía desde el estadio de fútbol Alcalde Navarro Flores, para llegar tras callejear por la Villa a la puerta de la Base Naval, donde se leyó el correspondiente manifiesto.
Un año más, esta convocatoria ha clamado en contra de las guerras y los gastos militares reivindicando, además, la desaparición de las bases militares y de tropas extranjeras de Andalucía.
Con esta marcha, según trasladaban en la previa desde Equo Rota –que apoya la movilización-, los manifestantes “no sólo quieren que la población tome conciencia de la irresponsabilidad de los gobiernos, que fomentan el gasto militar y dejan en segundo plano otro tipo de inversiones como educación o sanidad, mucho más constructivas y útiles, sino también, y sobre todo, que es necesario poner en marcha políticas internacionales no basadas en la fuerza militar, en la extorsión, en el robo de los recursos de los países del sur o en la criminalización de las resistencias pacíficas, activas, desobedientes y no violentas que actualmente tienen lugar en muchas zonas del planeta”.
Los convocantes de esta XXXI Marcha a Rota consideran que los motivos para secundarla “han crecido exponencialmente” ya que “la guerra y la violencia, los multimillonarios gastos militares y la irresponsabilidad de algunos gobiernos a la hora de gestionar sus armas de destrucción masiva al permitir y financiar masacres como las que tienen lugar en tantos países, no son compatibles con los ideales por los que debemos luchar en sociedad democrática”.
Otro de los colectivos que respaldan esta movilización, la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (Apdha) ha recordado en un comunicado remitido a DIARIO Bahía de Cádiz que esta marcha es “una expresión de la voluntad de paz de la ciudadanía y una apuesta por la resolución pacífica de los conflictos”.
“Son más de treinta años en los que, las personas que componemos la Apdha, junto a otras organizaciones, hemos caminado por la paz en nuestra tierra, solidarizándonos con las personas y los pueblos que sufren la guerra, la destrucción y la muerte, y rechazando que nuestro país participe en organizaciones militares como la OTAN. Más de treinta años de invasiones y conflictos en los que se ha usado nuestro suelo como punto de partida de las armas que causaban la destrucción de tierras, ciudades y vidas, y el éxodo terrible de miles de personas a las que luego nuestros propios gobiernos les niegan el asilo”, se lamenta.
31 AÑOS GRITANDO “BASES NO, OTAN FUERA”
Unas 400 personas, según los propios convocantes, se sumaron el año pasado a esta protesta bajo el lema ‘Trabajo y dignidad, sí. Negocio de la guerra, no’. En el manifiesto final se hacía un llamamiento “a oponerse al militarismo galopante que estas bases representan, el cual es un exponente más de la violencia de los poderosos contra el pueblo y su voluntad de transformación social”. Esta protesta anual, que no vive sus mejores momentos en cuanto a respaldo cuantitativo, ha llegado a alcanzar los 15.000 asistentes, como el año de la Guerra de Irak.
Desde 1984 se lleva a cabo anualmente esta manifestación, un proyecto-reivindicación de los movimientos pacifistas, sindical, feminista, político de la izquierda de Andalucía que tuvo su eclosión en 1986 coincidiendo con el referéndum sobre la permanencia de España en la OTAN. Otros momentos claves fueron 1991, durante la primera Guerra del Golfo (con el envío de unidades españolas a la zona y el momento álgido de la campaña de insumisión); 1997, cuando el primer gobierno Aznar decide que el Estado español ingrese en la Estructura Militar Integrada de la Alianza Atlántica, violando así el resultado del referéndum de 1986; y 2003, con el inicio de la invasión militar de Irak por parte de EEUU y Reino Unido.
El convenio de Defensa y ayuda Económica Mutua fue firmado por los gobiernos de España y los EEUU el 26 de septiembre de 1953 con una vigencia inicial de 10 años, que sería sucesivamente prorrogado hasta ahora, que se prolonga anualmente. Uno de los puntos de este primer acuerdo es el establecimiento en el territorio español de un sistema de bases permanentes de uso conjunto pero bajo mando español. Sin embargo, en el mismo texto se reconoce la existencia de zonas de uso exclusivo de EEUU que, en la práctica, se han convertido en zonas secretas cuya utilización es desconocida para los mandos españoles de las bases. Hace unos años se ha modificado para permitir el despliegue de cuatro destructores de la Marina estadounidense, integrando esta instalación compartida por ambos países en el cuestionado escudo antimisiles de la OTAN, que se ‘vende’ como un presunto bien económico y social para la Bahía de Cádiz, mientras se esconde que convierte un poco más a la zona en objetivo militar.
La base roteña comienza a construirse en abril de 1955, sobre 2.400 hectáreas en una zona de costa entre los términos municipales de Rota y El Puerto, frente a la Bahía, a 90 kilómetros del estrecho de Gibraltar. Está rodeada valla metálica y una carretera de circunvalación de 26 kilómetros de perímetro.
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