Navantia ha visto oportuno poner en valor el décimo aniversario de la firma (un 25 de septiembre de 2013) del primer contrato con Estados Unidos para el mantenimiento de los destructores clase DDG-51 desplegados en la Base Naval de Rota, en el marco del llamado escudo antimisiles de la OTAN, permitiendo operaciones efectivas antiaéreas, antisubmarinas, antisuperficie y de ataque “en entornos de gran amenaza”.
Se cumplen de este modo diez años de trabajo conjunto entre la US Navy y Navantia con el apoyo de la Armada española. Un ciclo en el que la actividad desarrollada por la empresa pública naval en el mantenimiento y modernización de los buques de guerra desplegados en la Bahía de Cádiz “ha ido creciendo en alcance, complejidad y especialización”.
Además, Navantia presume en el comunicado remitido a DIARIO Bahía de Cádiz de que ha alcanzado “un cien por cien de efectividad” en el cumplimiento en todos y cada uno de los encargos del cliente, “siendo reconocido como excelente” por parte de la US Navy.
“El conjunto de destrezas adquiridas en estos diez años, tanto en el modelo de apoyo al ciclo de vida de los buques de la Armada estadounidense como en el desarrollo de soluciones en este ámbito en localizaciones ajenas a los principales centros de trabajo de Navantia, supone un gran activo dentro de las capacidades core en nuestro negocio de Servicios”, resalta la propia compañía estatal, con tres astilleros en la Bahía gaditana.
Así, la actividad realizada en la Base militar de Rota, se sentencia, “es una muestra de la excelencia de Navantia y de su división de Servicios para acometer cualquier actividad relacionada con el apoyo a ciclo de vida en plataformas navales, con la garantía de éxito en plazo y coste”.