El Monumento Natural Corrales de Rota ha renovado recientemente el certificado Q de Calidad Turística otorgado por el Instituto para la Calidad Turística de España (ICTE) en el año 2018, conforme a la norma UNE-ISO 18065.
Para superar la última auditoría de renovación, realizada por una empresa independiente, “ha sido y es fundamental”, se remarca en la información municipal recogida por DIARIO Bahía de Cádiz, el trabajo que realizan las personas que integran la asociación de corraleros y pescadores a pie Corrales de Rota y el personal de la concejalía de Medio Ambiente, ya que gracias a ambos “se garantiza la compatibilidad de los aprovechamientos tradicionales con la conservación de los valores naturales, culturales y paisajísticos de los corrales de pesca de la localidad y la difusión de los mismos entre la población local y foránea”.
El edil de Medio Ambiente, Manuel Jesús Puyana, ha mostrado ya la satisfacción del Consistorio por este “logro”, que garantiza un sistema de gestión sostenible orientado al servicio y a la mejora continua de este espacio natural. Además no sólo viene a refrendar la gestión y puesta en valor de un recurso ambiental tan importante como son los corrales de pesca, sino que también suma un importante plus al turismo de la localidad, “reconociendo con mayúsculas la calidad de espacios y recursos turísticos como éste, al que se suman las playas o la oficina de turismo que también han logrado esta marca española de reconocido prestigio”.
Hoy día se trata de un espacio singular y de gran interés ambiental, ecológico, cultural, paisajístico, entre otros; siendo de los más demandados de la localidad al recibir miles de visitas de turistas, escolares, asociaciones y colectivos a lo largo de todo el año. Al respecto, el Ayuntamiento trabaja para crear hasta un centro de interpretación sobre los corrales. Además, forman parte de un entorno “muy valioso” ligado a recursos tan singulares como dunas, playas, pinares y la red de pasarelas y senderos litorales.
Precisamente miembros de Ecologistas en Acción, junto con voluntarios a título individual, estuvieron durante la mañana del pasado sábado 19 participando en una limpieza que se llevó a cabo en la zona de playa, en el sistema dunar y en los pinos, donde se recogieron latas, plásticos, cartones, etc. Hasta unos 100 kilos de residuos. Al respecto, este colectivo denuncia “permisividad absoluta” de las autoridades competentes ante los incumplimientos medioambientales.
SE REMONTAN A LA ÉPOCA ROMANA
Los Corrales de Rota están declarados Monumento Natural de Andalucía, de carácter ecocultural, en base al Decreto 226/2001 de 2 de octubre. El Monumento, compuesto por unas parcelas delimitadas por muretes de construcción artificial que dividen la zona intermareal y que configuran un arte de pesca tradicional de gran antigüedad, incluye ocho corrales: San Clemente, En medio o San José, Chico, Chiquillo o Chiquito, Encima, Hondo, Punta Candor y La Corraleta. Por otro lado, también aparecen incluidos en la lista de Lugares de Importancia Comunitaria (LIC) de la Red Ecológica Europea Natura 2000.
Los corrales de pesca (los primeros se remontan a la época romana y los testimonios reconocen la continuidad de su explotación hasta la década de los 50 del siglo XX) son parcelas delimitadas por muretes de construcción artificial que separan la superficie en distintos compartimentos, que son visibles durante los periodos de bajamar. Cuando sube la marea entran peces, sepias y pulpos, que quedan atrapados en las jaulas de piedra cuando ésta baja. En ese momento las capturan se ‘recolectan’ con aperos tradicionales como el francajo, el cuchillo de marea y la tarraya.
Entre sus muros, construidos con areniscas y lumaquelas del sustrato, se marisquean erizos, camarones y cangrejos, siendo famosos los ostiones y percebes. Existen también especies de áreas rocosas o de fangos y arenas, como algas, praderas de fanerógamas marinas, peces, gusanos y moluscos. Incluso sargos y congrios, propios de hábitats más profundos, se alimentan o desovan ocasionalmente. Tras los muros, aparece un arrecife costero con gran diversidad de especies, que luego colonizan los corrales. Toda esta riqueza sustenta a aves marinas y limícolas procedentes de otros espacios gaditanos, que descansan o se alimentan aquí.