La Base Natural y Cultural de Rota ha mostrado su preocupación sobre la poda que se está llevando a cabo en palmeras en distintos puntos de la Villa. Al respecto, la concejalía de Parques y Jardines aclara que estas actuaciones se están ejecutando “por motivos de seguridad”, al tiempo que está ayudando a detectar los ejemplares afectados por el picudo rojo. La asociación replica e insiste en que la poda, en caso “brutales”, no se deben realizar en fechas de mucha calor ya que “va a favorecer” la propagación de esta plaga.
La Base Natural y Cultural de Rota, asociación que lucha por la protección del patrimonio desde hace más de diez años, ha mostrado estos días su preocupación sobre la poda que se está llevando a cabo en palmeras en distintos puntos de la Villa. Al respecto, la concejalía de Parques y Jardines aclara en primer término que estas actuaciones se están ejecutando “por motivos de seguridad tal y como se contempla en la legislación”, ya que los racimos de dátiles que se desarrollan en primavera tardía y verano “suponen un riesgo real para las personas”, básicamente por desprendimientos. “La época de desarrollo de estos racimos hace incompatible la eliminación del peligro en los meses de invierno”, se apostilla.
En segundo lugar, en una nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz, el Consistorio manifiesta que el programa de poda de estas palmeras “prevé el tratamiento inmediato de los ejemplares saneados con productos fitosanitarios autorizados, tal como prevé la legislación aplicable y el programa de control integrado de plagas”.
También señala Parques y Jardines que esta “poda de seguridad” se ejecuta igualmente para detectar con exactitud aquellos ejemplares que presentan un riesgo grave de desprendimiento completo de la corona, y que pueda suponer un peligro de caída completa, “ya que la acción del picudo rojo en ocasiones no se detecta con facilidad si la corona presenta dificultades para la inspección”.
Esta medida, se anota, “está siendo muy efectiva” y ya se han detectado varios ejemplares con riesgo de caída de corona y se ha procedido a su supresión como medida para la reducción del riesgo del arbolado urbano.
Al hilo, se recuerda que el picudo rojo es una auténtica pandemia sobre todo para las especies de palmera datilera y canaria. Los métodos para el control de esta especie son en muchas ocasiones poco efectivos y caros.
LAS TEMPERATURAS “NO SON LAS MÁS ADECUADAS”
Con todo, pese a la explicación desde el equipo de Gobierno municipal, desde la Base Natural y Cultural se persiste en que la poda se está realizando en “unas fechas en que se superan ampliamente las temperaturas que recomiendan los expertos, por debajo de los 20 grados, y esto va a favorecer la propagación del picudo rojo”.
En relación con la seguridad, se apunta que “esta se puede realizar cualquier mes del año donde las temperaturas sean mas bajas, y el picudo disminuya su actividad”; y en cualquier caso “los racimos de dátiles se podían retirar selectivamente, y no realizar una tala como la que hemos presenciado (integral), donde la palmera ha sufrido excesivas heridas, y donde al menos en las palmeras sanas no hemos visto ningún tratamiento posterior para tratar las cicatrices, que impida la colonización de este coleóptero”.
“Hemos perdidos demasiadas palmeras para permitirnos bajar la guardia en las aplicación de las medidas de protección adecuadas”, señala este colectivo a través de su redes sociales, agregando que “en estos momentos seguimos presenciando los vuelos de estos coleópteros (picudo rojo) en los alrededores de la Avenida de la Marina, donde las palmeras han sufrido esta brutal poda”.
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