La UTE formada por Construcciones Garrucho y Obras Marítimas y Submarinas se adjudicaba el pasado mes de agosto por casi 2,2 millones de euros la primera fase del proyecto para dar una solución al aliviadero de la calle Écija, en Rota, buscando acabar con el problema histórico de inundaciones y vertidos de mezcla de aguas residuales y pluviales en la arena de la playa de la Costilla. Una “solución” cuestionada una y otra vez por ecologistas.
En diciembre se escenificaba el inicio simbólico de los trabajos, pero no ha sido hasta ahora, a mediados de abril, cuando las obras son una realidad tras las labores previas de ensayos y catas que se han venido desarrollando.
De este modo, según la información municipal recogida por DIARIO Bahía de Cádiz, los trabajos han arrancado con una primera parte centrada en la construcción de una gran arqueta de desbaste que se ubicará en el tramo final de la calle Écija, más próximo al paseo marítimo. Esta nueva arqueta va a permitir retener toda la parte sólida en suspensión en las conducciones de saneamiento, de manera que el emisario tan solo lleve al mar las aguas pluviales.
Tras esta primera actuación, las obras continuarían tras el verano con la intención de no afectar a la temporada de playas, ni a bañistas ni comerciantes de la zona. Las siguientes actuaciones incluidas serían la canalización de desagüe al mar con un tubo de polietileno de un diámetro de 1,8 metros y una longitud total de 368 m. y una arqueta de salida circular que llevará las aguas pluviales a 200 metros de la línea de la marea baja.
Este proyecto viene de un estudio que se realizó en 2015 que desembocó en una propuesta integral para dar solución a esta problemática abarcando no solo este punto y sino también otros ubicados en la playa de la Costilla. Así, el inicio de estas obras dejan atrás años de trabajo, multitud de gestiones y pasos que se han tenido que superar, comenzando por la redacción de un proyecto complejo, y pasando por sucesivos trámites y dificultades a nivel de aprobaciones e informes por parte de distintas administraciones, así como por la licitación de la obra, cuyos plazos también se vieron afectado por el estado de alarma frente a la pandemia.
Una vez termine esta primera fase se comenzará a trabajar para ir completando las restantes de este proyecto que supondrá una inversión global superior a los 6 millones de euros; la conducción de saneamiento desde la plaza de San Roque hasta calle Juan Ramón Jiménez, desde calle Juan Ramón Jiménez hasta el final de la calle Écija, y desde la avenida de Sevilla a la altura de Écija hasta la avenida de la Diputación a altura de la avenida de la Paz.
“Llevamos años haciendo público que la construcción de un tubo de 250 metros para que salgan al mar los vertidos desde calle Écija, no es la solución a la contaminación del océano, destruirá la biodiversidad de la zona del fondo marino donde se encuentre la arqueta de salida, y buena parte de lo vertido al mar regresará a la playa con el oleaje y mareas. Además es conocido que dichos tubos submarinos requieren de un mantenimiento para reparar roturas y filtraciones que las condiciones de profundidad, salinidad y movimiento de mareas, producirán”, volvían a alertar desde Equo el pasado mes de diciembre, reiterando la opinión de colectivos ecologistas.