La asociación Hispania Nostra ha incluido recientemente en su Lista Roja (que ya recoge más de 1.200 monumentos españoles que se encuentran sometidos a riesgo de desaparición, destrucción o alteración esencial de sus valores), un nuevo edificio singular en pésimo estado de conservación en la Bahía de Cádiz: la Casa de San Lorenzo (o ‘La Julia’) en Rota.
Situada en el término municipal roteño, próxima a Chipiona, se trata de una construcción de arquitectura neomudéjar, con planta rectangular, que cuenta con huecos enmarcados por arcos de herradura y un torreón octogonal. Presenta una cubierta a un agua escalonada en su lado suroeste.
En el torreón, que conserva aún parte de sus escaleras en el interior, se emplea la práctica de fábrica mudéjar de hileras de ladrillo macizo y sillarejos de piedra. El resto de la vivienda se ha construido en mampostería de cantos de piedra y ladrillo fino.
No goza de ningún tipo de protección específica, y se encuentra abandonada y en un deficiente estado de conservación. Su interior se encuentra repleto de escombros y restos de basura, así como también el pozo que quedó cegado por los desperdicios depositados. Se han derrumbado varios muros de la casa, mientras que los que aún se conservan están vandalizados o han perdido componentes estructurales, como ladrillos, exponen desde Hispania Nostra en la información remitida a DIARIO Bahía de Cádiz.
UNA VIVIENDA CON HISTORIA “IMPRECISA” ABANDONADA DESDE LOS AÑOS 70
La historia acerca de esta casa es imprecisa al no existir documentación sobre ella. Se sabe que Antonio de Orleans, duque de Montpensier, compró en 1860 el coto de caza de Torrebreva, cercano a Sanlúcar de Barrameda, convirtiéndolo en viñedos que fueron de su propiedad hasta su muerte en 1890, cuando fallece al caer de su caballo en un campo cercano a la casa de San Lorenzo. En ese lugar se asentó una cruz como cenotafio, mientras que sus restos descansan en el Panteón de los Infantes del Monasterio de San Lorenzo de El Escorial.
Se cree que esta edificación en Rota podría haber sido construida como la casa del guarda del coto. Sin embargo, habitantes de Chipiona que estaban más en contacto con esta finca por razones de trabajo, han comentado siempre, sin poderse constatar, que Antonio de Orleans tenía una amante que se llamaba Julia, y que mandó construir una pequeña casa para ella, siendo posible que tras la muerte del duque su amante tuviera que marchar, dejando la casa al guarda del coto. Casi un siglo después, alrededor del año 1970, la vivienda quedó desocupada.