El Ministerio de Defensa ha recepcionado recientemente la obra de instalación de la planta solar fotovoltaica de 50Hz/60 Hz en la Base Naval de Rota. Esta planta, que ocupa una extensión de unas 10 hectáreas y consta de 6.384 módulos fotovoltaicos orientables por medio de seguidores solares, será utilizada para el autoconsumo de los edificios e infraestructuras de la Armada española en esta controvertida base militar (de uso conjunto con EEUU), incluidos el aeródromo y los muelles de la zona portuaria.
La planta (con 4,15 MWp de potencia pico) ya se encuentra en pleno funcionamiento en su subsistema de 50 Hz y lo será también en el de 60 Hz en los próximos días. Según cálculos de autoconsumo eléctrico estimados, la inversión de la instalación podría amortizarse durante los próximos cuatro o cinco años, se destaca en la nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz.
La actuación promovida por la Armada se ha desarrollado a lo largo del año 2024, bajo la dirección de la Jefatura de Infraestructura de la Base de Rota. Se ha costeado con fondos europeos Next Generation: se han invertido más de 3,9 millones de euros.
La iniciativa se enmarca dentro del Acuerdo Interdepartamental firmado entre la Secretaría de Estado de Energía y la Secretaría de Estado de Defensa, para la ejecución del plan de transición energética en la Administración General del Estado. El mismo establece un conjunto de medidas orientadas a fomentar la rehabilitación energética de los edificios, la mejora de la eficiencia energética de las infraestructuras consumidoras de energía, la movilidad sostenible y el despliegue de energías renovables térmicas y eléctricas.
Además de la instalación de esta planta solar, en la Base de Rota se han llevado a cabo otras actuaciones costeadas igualmente con fondos de la UE, tales como modernización de los sistemas de climatización y mejora de las envolventes térmicas de edificios y sustitución del alumbrado en viales.
UNA ARMADA “SOCIALMENTE RESPONSABLE”
La Armada española (parte del Ejército, una institución pensada para la guerra) dice ser una institución “socialmente responsable, cooperante con el bien común, comprometida con los retos y tendencias actuales y los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 de Naciones Unidas”, esos mismos ODS que combates las derechas negacionistas.
En este sentido, enfoca sus esfuerzos en conseguir buques, aeronaves, vehículos e instalaciones “cada vez más eficientes, que disminuyan su huella de CO2 y que utilicen energías más limpias”. Persigue la eficiencia en la gestión medioambiental y prueba de ello es la obtención del certificado ISO 14001 en un gran número de sus unidades.