El alcalde de Rota, Javier Ruiz Arana, acompañado por sus concejales Encarna Niño y Jesús Puyana, ha recibido a la Asociación de Corraleros de Rota y a representantes del proyecto ‘Red Pesca: Plan de Salvaguarda del Patrimonio Cultural (PCI) marítimo pesquero’, de la mano de la consejería de Cultura y Patrimonio Histórico de la Junta de Andalucía, que en los próximos días comenzará a desarrollarse en los Corrales de la localidad.
Ha sido elegido precisamente este monumento natural roteño como ejemplo representativo en la vertiente atlántica de la costa andaluza, basado en el estudio de estudiar su gestión para posteriormente elaborar proyectos que se puedan exportar a otros puntos de la costa de Andalucía y a otros elementos patrimoniales.
Acaban de comenzar los trabajos de coordinación con el Ayuntamiento y con la Asociación de Corraleros, según recoge DIARIO Bahía de Cádiz de fuentes municipales. La jornada de trabajo ha comenzado en el Castillo de Luna, con la presencia de especialistas de la Antropología, con amplia experiencia investigadora en el ámbito patrimonial y marítimo-pesquero: Eva Core, antropóloga; David Florido, del departamento de Antropología Social de la Universidad de Sevilla; y Gema Carrera, en representación del Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico. Parte importante de la reunión ha sido la propia Asociación de Corraleros, que realiza una función fundamental para el mantenimiento este monumento natural.
En esta primera toma de contacto los especialistas en la materia han explicado que el proyecto a desarrollar supone favorecer la salvaguarda del Patrimonio Cultural, como en este caso los Corrales de Pesca, impulsar la difusión y su conocimiento y fomentar la función social.
Tras el análisis del proyecto a desarrollar, la jornada continuó in situ en los Corrales de Pesca, donde se sumaron corraleros que realizan a diario la función de mantenimiento.
El primer edil socialista aprovechó la ocasión para felicitar a la Asociación de Corraleros en general, y en especial al equipo de trabajo encargado de las labores de salvaguarda y mantenimiento, el trabajo que realizan a diario, que ahora será estudiado para una posterior implantación en otros puntos del litoral andaluz.
REPRESENTAN UN ARTE TRADICIONAL E HISTÓRICO
Los Corrales de Rota están declarados Monumento Natural de Andalucía, de carácter ecocultural. El Monumento, compuesto por unas parcelas delimitadas por muretes de construcción artificial que dividen la zona intermareal y que configuran un arte de pesca tradicional de gran antigüedad, incluye ocho corrales: San Clemente, En medio o San José, Chico, Chiquillo o Chiquito, Encima, Hondo, Punta Candor y La Corraleta. Por otro lado, también aparecen incluidos en la lista de Lugares de Importancia Comunitaria (LIC) de la Red Ecológica Europea Natura 2000. Además, desde finales de 2018 presumen de la ‘Q’ de Calidad Turística que otorga el Instituto para la Calidad Turística de España, convirtiéndose de este modo en el primer espacio natural protegido que obtiene este certificado de excelencia en toda Andalucía.
Los corrales de pesca (los primeros corrales se remontan a la época romana y los testimonios reconocen la continuidad de su explotación hasta la década de los 50 del siglo XX) son parcelas delimitadas por muretes de construcción artificial que separan la superficie en distintos compartimentos, que son visibles durante los periodos de bajamar. Cuando sube la marea entran peces, sepias y pulpos, que quedan atrapados en las jaulas de piedra cuando ésta baja. En ese momento las capturan se ‘recolectan’ con aperos tradicionales como el francajo, el cuchillo de marea y la tarraya.
Entre sus muros, construidos con areniscas y lumaquelas del sustrato, se marisquean erizos, camarones y cangrejos, siendo famosos los ostiones y percebes. Existen también especies de áreas rocosas o de fangos y arenas, como algas, praderas de fanerógamas marinas, peces, gusanos y moluscos. Incluso sargos y congrios, propios de hábitats más profundos, se alimentan o desovan ocasionalmente. Tras los muros, aparece un arrecife costero con gran diversidad de especies, que luego colonizan los corrales. Toda esta riqueza sustenta a aves marinas y limícolas procedentes de otros espacios gaditanos, que descansan o se alimentan aquí.