Aprovechando las primeras lluvia del otoño, Equo ha pedido al Ayuntamiento de Rota y a todas las administraciones implicadas en buscar una solución a las inundaciones de la calle Écija y al vertido de aguas residuales al mar que se replanteen el proyecto de construcción de un emisario submarino para conducir esta agua al mar –“que tiene un recorrido muy corto”-, y que se depuren esta agua previamente, “porque el mar no tiene capacidad infinita y tanto plásticos, aceites o productos químicos no los puede eliminar”. UPyD también reclama semanas atrás una solución “no cosmética”.
Equo en Rota ha pedido al Ayuntamiento y a todas las administraciones implicadas en buscar una solución a las inundaciones de la calle Écija y al vertido de aguas residuales al mar que se replanteen el proyecto de construcción de un emisario submarino para conducir esta agua al mar, y que se depuren esta agua previamente, “porque el mar no tiene capacidad infinita y tanto plásticos, aceites o productos químicos no los puede eliminar”.
Para este partido sin representación en el Consistorio, en términos económicos el gasto para resolver este problema “será recompensado con los puestos de trabajo directos en la ejecución de la solución definitiva que se proponga”, que, además, “contribuirá a no poner en peligro la subsistencia de las siguientes generaciones, manteniendo la actividad pesquera y turística en el futuro”. Solución que si no se acomete, y se siguen contaminando las playas y el litoral, “se verán en peligro en el futuro cercano”.
Equo hace esta advertencia en una nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz a colación de las primeras lluvias del otoño, que como es habitual, “vuelven a causar estragos en la playa de La Costilla llenándola de suciedad, y contaminando la arena con los vertidos de aguas sucias, después de provocar inundaciones en todo el paseo marítimo”.
Cada vez que llueve, se forman por debajo de las calles unos ríos de aguas sucias que salen sin control por los aliviaderos en dirección al mar. A pesar de los problemas de salud que puede ocasionar el contacto directo con los vertidos, esta formación critica que las soluciones propuestas por el Ayuntamiento, “son, bien ocultar el problema rastrillando la playa y vertiendo arena por encima o construyendo un emisario submarino que lleve estas aguas de escorrentía directamente al mar a 300 m de la costa”.
Esta última solución fue adoptada después de encargar un estudio a la empresa Aqualia, concesionaria que depende Aremsa encargada de la depuración de las aguas en el municipio.
Se insiste en que esta solución, que en un principio puede que acabara con el problema de olores en las calles afectadas, “no puede ser la definitiva, ya que las aguas que vierten a la arena contienen plásticos, residuos químicos de productos de limpieza o los herbicidas utilizados para fumigar calles y aceras con glifosato, que puede afectar a corto y largo plazo a la flora y fauna acuática”. Por ellos, se insta a todas las administraciones responsables a que, antes de gastar dinero en una solución que tiene un recorrido muy corto, “ya que la Directiva 91/271/CEE establece la obligatoriedad de depurar todas las aguas residuales de poblaciones de más de 2.000 habitantes desde el 1 de enero del año 2006”, acometan el problema de una manera definitiva y se depuren previamente las aguas que se vierten al mar.
UPYD TAMBIÉN EXIGE “SOLUCIONES REALES”
A mediados de septiembre, tras otras precipitaciones, desde UPyD también se criticaba el estado de los aliviaderos de aguas pluviales de la calle Écija y Plaza de Nuestro Padre Jesús Nazareno (la Costilla). “La acción del personal municipal allí presente se limitó a cavar una zanja en la arena, frente a la calle Écija, usando una máquina excavadora para facilitar el flujo del agua hacia la orilla. El olor no era otro que el propio de materiales en descomposición y de basuras que no se han limpiado en meses”, relataba este partido sin representación en la Corporación local.
El partido de Rosa Díez exigía entonces que “de una vez por todas se solucione este problema de una forma no cosmética”, argumentando entre otros puntos “lo poco higiénica que es esta realidad para una playa que se vanagloria de tener tales galardones como la bandera azul o la Q de Calidad”.