La Base Naval de Rota ha sido escenario del simbólico acto de ‘puesta de bandera’ del edificio para el Centro de Integración de Sistemas en Tierra (CIST) para las fragatas F-110, que indica la culminación de su estructura y permite entrever “el correcto transcurso de la obra y su ejecución sin incidencias”. Navantia es la responsable de construir edificio y mástil, para lo que han contado con la colaboración de Indra, su socio en la UTE, en la fase de concepción y diseño de ambos.
El CIST será un centro de pruebas que en una primera fase servirá para apoyar la ingeniería de integración, instalación y pruebas de los sensores y sistemas que se incorporarán en el nuevo mástil integrado de la fragata F-110, así como de aprendizaje industrial para el astillero de cara al diseño y fabricación del citado mástil.
Permitirá realizar pruebas de prestaciones, ajuste y calibración en condiciones similares al entorno de operación marino y comprobar la compatibilidad electromagnética entre los mismos. Una vez concluida la construcción de las fragatas, el CIST apoyará el posterior ciclo de vida de estos buques y las pruebas de futuros sistemas de sensores y comunicaciones.
Consta del edificio que se está construyendo y de una réplica parcial del mástil integrado de las fragatas, actualmente en fabricación en las instalaciones de Navantia en Ferrol. Una vez finalizado este mástil, será trasladado a la base militar en la Bahía gaditana por vía marítima, para instalarlo sobre el edificio y posteriormente instalar los nuevos sensores de la F110 en 2022.
En la nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz se resalta el esfuerzo realizado por Navantia y la constructora SEMI, que en este complicado escenario de pandemia han logrado un avance de la obra del edificio según el calendario previsto. Todo ello ha sido posible gracias a la coordinación de la dirección facultativa de obra, liderada por un oficial arquitecto del Cuerpo de Ingenieros de la Armada, y apoyada por la empresa Técnicas Gades, también contratada por la empresa naval estatal.
En esta ‘puesta de bandera’ se ha contado con la presencia de representantes de la Base Naval, de la unión temporal de empresas (UTE) formada por Navantia-Indra (adjudicataria de los proyectos tecnológicos F-110), de la constructora SEMI y de la dirección facultativa de obra.
Navantia inició en 1996 el diseño de la fragata F-100. Más de 20 años después y con 13 buques construidos de esta familia con diferentes versiones para varios países (España, Noruega y Australia), la innovadora y nueva fragata pretende mantener la posición de liderazgo mundial de la empresa española como diseñador y constructor de fragatas y su posterior soporte al ciclo de vida. Este barco de guerra es una plataforma polivalente que supone un salto tecnológico hacia el buque inteligente. Incorpora tecnologías de la industria 4.0 que mejoran tanto la construcción, como la operación y el ciclo de vida.