El comité de empresa de Louis Berger, concesionaria norteamericana del aeropuerto de la Base de Rota, se ha reunido con el alcalde, Javier Ruiz Arana, en un encuentro que ha contado además con la participación de las secciones provinciales de los sindicatos UGT y CCOO, y la presencia del primer teniente de alcalde, Daniel Manrique.
En el transcurso de la reunión se analizaba de manera conjunta el estado en el que se encuentra actualmente este largo conflicto laboral (la empresa pretende el despido de unos 40 operarios para realizar otras contrataciones con salarios inferiores y normas laborales no acordadas); y se abordaba las medidas que se van a adoptar para intentar conseguir unas reivindicaciones que hasta el momento no han tenido respuesta por parte de Louis Berger, y que tienen como punto de partida que la empresa acceda a sentarse con los trabajadores para negociar un nuevo convenio colectivo.
Las dimensiones de este alargado conflicto que en las próximas semanas cumplirá los tres años (comenzaba en octubre de 2016), y que ha supuesto numerosos actos de movilización, han justificado la presencia en esta reunión de los representantes provinciales de los dos sindicatos mayoritarios. “Sobre todo, teniendo en cuenta la complicada situación de este colectivo de trabajadores tras años de lucha, despidos y una huelga indefinida que no tiene efecto sobre la empresa, que en el entorno de la Base Naval y con la dificultad de aplicar inspecciones de trabajo, sigue incumpliendo la normativa laboral”, remarcan desde el Ayuntamiento en la información recogida por DIARIO Bahía de Cádiz.
Así, la reunión se ha saldado con el compromiso unánime de todos los presentes con la plantilla, y con la “gran concentración” que se está preparando para principios del mes de octubre coincidiendo con el cumplimiento del tercer año del conflicto.
El primer edil socialista ha reiterado el apoyo municipal a los afectados de este conflicto, y ha explicado que se mantendrá una reunión de trabajo con los diferentes grupos de la oposición municipal, “con el objeto de apoyar las movilizaciones planteadas por el comité y darles la dimensión institucional que el conflicto requiere”.
El pasado mes de julio, CCOO volvía a lamentar la “debilidad” y la “pasividad y dejación” del Gobierno central (ahora del PSOE en funciones), al no reclamar a las autoridades estadounidense que cesen a Louis Berger “por incumplimiento manifiesto de las normas legales españolas y atentar gravemente contra los derechos de los trabajadores en territorio español”.
Para este sindicato, el fin de dicha empresa extranjera “es doblegar la legítima voluntad de defensa de la plantilla y disminuir su capacidad de resistencia y acción sindical reivindicativa del conjunto de los trabajadores, con la finalidad para despedir a 40 operarios y, suplantar estos por nuevas contrataciones a los que le aplicaría salarios que no llegan a los 980 euros, aumento de la jornada laboral, e imposición de normas laborales no acordadas con la representación sindical”.