El Ayuntamiento de Rota también ha decidido acogerse al nuevo plan de pago a proveedores impulsado por el Gobierno de España, para abonar facturas de proveedores pendientes de pago que cumplen con las condiciones establecidas. En un pleno extraordinario celebrado este lunes ha aprobado (con solo dos abstenciones) esta adhesión, con su correspondiente plan de ajuste.
El concejal de Hacienda, Daniel Manrique, considera este paso como una “pieza clave” para conseguir sanear las cuentas públicas; e insiste en que supondrá “un antes y un después” en la situación económica municipal “no sólo por el nuevo plan de pago que inyectará liquidez a los proveedores, sino también por el trabajo que durante estos dos últimos mandatos se viene haciendo para amortizar la enorme deuda que existía en 2015”.
En total, el Consistorio va a pedir un préstamo de 5 millones de euros para hacer efectivos estos pagos, que se espera lleguen a los proveedores durante la segunda quincena de mayo; cantidad que deberá devolver en un plazo de 12 años, siendo los cuatro primeros de carencia para hacer frente a los intereses.
Además, aunque el Estado establece que las entidades locales deben formalizar un plan de pago para adherirse a esta medida, “en esta ocasión y por primer vez en su historia, en este Ayuntamiento nos podemos adherir sin tener que adoptar ninguna medida extra, por lo que la operación aprobada no conlleva ninguna medida de presión fiscal ni hará que el Ayuntamiento se vea afectado en su capacidad de ofrecer servicios”, algo que se debe “al trabajo de amortización realizada en los últimos ejercicios que nos posibilita tener más flexibilidad para afrontar este plan”, ha defendido este edil socialista.
“LA SITUACIÓN CAMBIARÁ DE MANERA RADICAL EN 2023”
En la información recogida por DIARIO Bahía de Cádiz, Manrique también prevé cómo va a evolucionar la situación económica del Consistorio roteño, teniendo en cuanto toda la deuda financiera y otras administraciones ya amortizada, y la que queda por amortizar. En este sentido, este año se seguirá amortizando la media de 4,5 millones de euros, como se viene haciendo en años anteriores, “pero esta situación cambia de manera radical para 2023, cuando tendría que amortizar 1,7 millones menos que se podrá destinar a pago a proveedores. Así, la deuda va bajando cada año hasta desaparecer”.
Ha recordado el concejal de Hacienda que en 2015 el Consistorio mantenía una deuda financiera y con otras administraciones que alcanzaba los 49,5 millones de euros de capital más intereses; una cantidad que desde entonces “se ha conseguido reducir en un 62%, hasta los 19 millones, amortizando una media de 4,5 millones cada uno de estos años”.
Precisamente el hecho de tener que destinar esas cantidades para pagar la deuda “ha supuesto tensiones en tesorería que han dificultado hacer frente a facturas de proveedores con la inmediatez que nos gustaría”, teniendo en cuenta además, que en estos últimos dos años las arcas municipales se han visto afectadas por la pandemia, “que ha provocado la entrada de menos ingresos y un mayor gasto para impulsar sistemas de protección, como las ayudas a empresas por Covid”, sostiene.