Dos profesionales en el servicio de Urgencias del centro de salud de Rota sufrieron el pasado Jueves Santo la agresión de una usuaria, según denuncian desde CSIF, que condena los hechos y vuelve a pedir a la Junta de Andalucía medidas para evitar situaciones de este tipo.
A pesar de que se interpuso la correspondiente denuncia y se activó el protocolo establecido por el Servicio Andaluz de Salud (SAS) ante este tipo de episodios, este sindicato recuerda que este ambulatorio, a diferencia de otros, “carece de personal de seguridad que sirva para disuadir o minimizar las agresiones por parte de ciertos usuarios”.
Concretamente, según se detalla en el comunicado remitido a DIARIO Bahía de Cádiz, la paciente amenazó e insultó a una médica y a un celador del centro de salud mientras esperaba a ser atendida, “y además puso una zancadilla a la doctora y traspasó el mostrador para agredir al celador”.
“Hasta tres veces, en el mismo día, acudió al centro y los profesionales tuvieron que llamar a la policía en dos ocasiones para que les auxiliara, ante la agresividad que presentaba la usuaria”, relatan desde el sector de Sanidad de CSIF Cádiz.
En este punto, el sindicato reclama al SAS “más medios” para evitar estas situaciones, en las que los profesionales, en el ejercicio de sus funciones, son amenazados, insultados y agredidos físicamente por usuarios y, a veces, sus acompañantes o familiares, “que consideran que pueden mostrar su malestar o discrepancias a través de la violencia”.
Así, urge a la administración sanitaria que ponga personal de seguridad en este centro de salud de Rota, “y en todos donde todavía no haya”. Del mismo modo, reclama el endurecimiento de las penas a las personas agresoras y con comportamientos violentos, pues “sale demasiado barato agredir a un profesional, por lo que, en muchas ocasiones, no en este caso, disuade a los trabajadores a la hora de denunciar, silenciando una lacra que perjudica tanto al personal de los centros sanitarios como al resto de usuarios que necesitan atención médica”.
Por último, desde CSIF se recuerda a la ciudadanía que “existen unos cauces legales, como las hojas de reclamaciones, para manifestar su desacuerdo con los tiempos de espera o con lo que consideren contrario a sus derechos, pero nunca recurrir a la violencia”.