El Museo de la Migraciones de Londres acoge desde el pasado septiembre y hasta finales de abril una exposición colectiva, en la que tiene un pequeño hueco la Bahía de Cádiz. El artista plástico natural de Rota, Román Lokati, es la única presencia española en esta muestra temporal sobre los siete momentos de migración en la historia del Reino Unido que cambio el país incluidos el Brexit.
Este gaditano, que en la actualidad vive y trabaja en Londres, en la Tate Britain (parte de la red de galerías Tate en Gran Bretaña), participa en la exposición con tres esculturas. En una de ellas, una niña carga una maleta representando a los menores que salieron de Euskadi tras la Guerra Civil: “con esta imagen rindo un homenaje a esos niños que dejaron su país por culpa de la guerra, algunos volvieron a España y otros, huérfanos, se quedaron en el Reino Unido y fueron adoptados por familias británicas”, explica el propio Román Lokati en la información remitida a DIARIO Bahía de Cádiz.
La imagen de esa niña se ha convertido en la protagonista de la muestra. E incluso el museo le pidió permiso para utilizarla en publicidad. Así, crearon unas bolsas y sacaron una seria limitada de esculturas en pequeño formato que se vende como recuerdo tras las visitas.
Lokati es un artista multidisciplinar nacido en Rota en 1968. Inició sus estudios en la Escuela de Artes y Oficios de Cádiz en 1988. Posteriormente continuó estudiando ya en Londres, en London College of Communication, en donde se gradúa en el año 2006.
Sus proyectos, resalta, están relacionados con el hombre y su entorno mediante la representación de individuos, animales u objetos, minimizados y sintetizados a sus perfiles o sus siluetas que desarrollan acciones cotidianas. “Sus personajes han sido sacados de una acción y crean un testimonio humano. Sus obras de estética limpia y muy cuidada, que contienen una sabía mezcla entre ironía, crítica social, y ensoñación filosófica, son el resultado de un proceso meticuloso de años de investigación y experimentación con diversas disciplinas tales como la pintura, la escultura, el dibujo, la instalación, la fotografía y diversas técnicas de artes gráficas”.
La estética reduccionista de sus figuras tiene rasgos del pop art por el uso de colores industriales y siluetas precisas y bien definidas sin voluntad narrativa. Sin embargo, no se puede definir su trabajo como tal al no estar relacionado con la cultura de masas ni enlazar con el mundo de la publicidad sino que, más bien, se expande hacia algunos estilos del graffiti y del arte urbano.
Para su producción utiliza programas informáticos digitales, tanto para los bocetos primeros o esbozos de las obras como para la posterior realización de las mismas, creando una simbiosis entre la infografía, la escultura, el dibujo, la pintura digital y todo el arte más comprometido con el momento actual.
“Aunque sus obras tienen una naturaleza urbana y popular encierra muchos matices de la más profunda filosofía, ya que, al igual que pensadores como Rimbaud, Kant, Rosseau, Nietzsche o Troreau veían influidos sus pensamientos según el paseo practicado, sus personajes parecen encontrar placer en el caminar”, se subraya sobre Román Lokati.
En su localidad, su proyecto más reciente fue la instalación de seis grupos escultóricos diseminadas por la plaza y la playa de La Costilla, que “pasean o ¿deambulan?”. Realizadas en acero y pintadas en distintos colores las esculturas tienen la misma proporción y medida que la del espectador, “enfrentando a este directamente con la síntesis performativa de una acción y le hace reflexionar sobre nuestras actividades y el entorno en el que se realizan”.