Las obras del proyecto previsto en la calle Écija, de Rota, para dar una solución al problema que se ha venido arrastrando durante años con el aliviadero cada vez que llueve con algo de fuerza, que no convencen a los ecologistas, comenzarán antes de final de este 2016, según ha anunciado el alcalde. Como el Consistorio reconoce que no tiene los alrededor de 1,8 millones que costarán los trabajos ni puede pedir más préstamos, ha optado por prorrogar el actual contrato del servicio de abastecimiento con Aqualia y que sea la empresa privada la que adelante ese dinero.
Las obras del proyecto previsto en la calle Écija, de Rota, para dar una solución al problema que se ha venido arrastrando durante años con el aliviadero cada vez que llueve con algo de fuerza, que no convencen a colectivos como Equo o Ecologistas en Acción, comenzarán antes de final de este año, según ha anunciado el alcalde, Javier Ruiz Arana.
La gestión realizada por el actual equipo de Gobierno PSOE-IU permitirá que la obra, con un importe aproximado de 1,8 millones de euros, sea financiada por la concesionaria Aqualia. Ante la imposibilidad del propio Ayuntamiento de hacer frente con sus recursos a esta inversión ni formalizar un préstamo, se han estudiado otras posibilidades para responder a esta demanda histórica de los vecinos.
Ante la posibilidad de prorrogar el actual contrato del servicio de abastecimiento del agua con Aqualia cuatro años más, se ha optado por esta opción, mediante el cual la firma privada adelantará el importe de estos cuatro años, con los que se hará frente a la financiación de los trabajos.
Según se ha informado a DIARIO Bahía de Cádiz, el Gobierno local ha estudiado “todas las posibilidades” para solucionar este problema histórico y poner así punto y final a este punto negro con el medio ambiente. Entre las opciones, se estudió remunicipalizar el servicio privatizado de abastecimiento de agua y ofrecer el servicio con recursos propios, pero “ante la situación que se planteaba evidenciaba que era mucho más conveniente prorrogar el acuerdo cuatro años más, de cara a la financiación de la ejecución de la obra, dando así respuesta a vecinos y colectivos”.
Esta medida, aseguran desde el bipartito, permitirá que la obra se lleve a cabo “sin que suponga un coste añadido en el recibo del agua que pagan los vecinos”; y se subraya que la gestión del agua en la Villa “es prácticamente pública, a excepción del abastecimiento”.
Con la financiación ya planificada, y a la espera de recibir el proyecto definitivo que el Ayuntamiento ha encargado a través de una mesa de contratación a la empresa Narval Ingeniería por más de 82.000 euros, y que podría estar en dos meses, se prevé que el proyecto pueda arrancar en este año.
El alcalde socialista ha puntualizado además que el emisario de aguas pluviales que se plantea “se abrirá tan sólo en caso de lluvias fuertes, con la intención de evitar las inundaciones que se producían en esta zona de la ciudad”.
De esta forma, se insiste, el Ayuntamiento está aún más cerca de acometer y hacer realidad “un proyecto que responde a una vieja demanda de los vecinos, y de un compromiso del actual equipo de Gobierno por dar una respuesta definitiva y mejorar este punto negro del saneamiento para los vecinos de esta zona, y para todos los ciudadanos”.
UN “PARCHE” PARA LOS ECOLOGISTAS
Se ignoran de este modo las quejas de partidos y colectivos como Equo y Ecologistas en Acción, que se han mostrado reiteradamente en contra de la solución propuesta por el Ayuntamiento para el aliviadero de la calle Écija, incidiendo en que el proyecto planteado consiste en la construcción de un colector por la avenida Sevilla hasta llegar a La Forestal y la conducción de las aguas desde la Costilla hasta la calle Écija: “un gasto inútil a medio plazo ya que en muy poco tiempo, debido a la cantidad de lluvias torrenciales que afectan a la ciudad cada vez con mayor frecuencia, supera con creces la capacidad de estos elementos, que, por otro lado ya habían sido proyectados hace 17 años”.
Partido y asociación verdes pensaban en sus últimas críticas del pasado mes de diciembre, por otro lado, que si bien la normativa es bastante laxa, ya que permite construir emisarios submarinos a tan solo un kilómetro de la costa, “no lo permite con aguas residuales, además el mar no es capaz de depurar la cantidad de basura que se vierte en tiempos tan ajustados de emisiones de vertidos”; y han constatado que numerosos estudios indican que “en los lugares en que se descargan cantidades de aguas residuales conteniendo volúmenes significativos de contaminantes de desechos sólidos, las partículas o la materia en partículas pueden causar impacto adverso.
Desde el Gobierno local PSOE-IU respondieron a las últimas advertencias de los ecologistas considerando que eran “precipitadas”, aferrándose a la redacción del proyecto para resolver este asunto: “hay plazo por delante para definirlo y dar la mejor solución”.
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