El centro de salud de Rota fue triste escenario en la mañana del miércoles 27 de nuevos episodios de violencia contra profesionales sanitarios: una celadora conductora sufrió una agresión física y una enfermera fue a su vez agredida verbalmente.
El Área de Gestión Sanitaria de Jerez, Costa Noroeste y Sierra ha convocado para este jueves concentraciones de repulsa. Y la delegada territorial de Salud de la Junta de Andalucía en Cádiz, Eva Pajares, ha condenado ya estos hechos y ha mostrado toda su solidaridad a las profesionales afectadas por esta lacra, “fruto de una pérdida del principio de autoridad, de un problema de educación y de un nivel de tolerancia mínima”.
Los hechos se produjeron cuando un hombre y una mujer entraron por urgencias a este ambulatorio (el único de la Villa, que sigue esperando que se cumpla la promesa de construcción de un nuevo centro de salud) demandando un tratamiento para la mujer; la celadora conductora les indicó que cogieran cita con la enfermera, ya que no se trataba de una situación urgente, y la pareja comenzó a arrojar sobre esta profesional todos los utensilios que encontraron a mano (mampara protectora, un monitor…), provocándole una contusión.
Una enfermera salió en su ayuda y recibió por parte de la pareja numerosos insultos y gritos. Finalmente acudió la Policía, y se está tramitando la correspondiente denuncia, se detalla en el comunicado remitido a DIARIO Bahía de Cádiz.
En la mañana de este jueves se han desarrollado dos concentraciones de condena, con lectura de un manifiesto, tanto a las puertas del centro de salud roteño, como en el Hospital de Jerez (ya que este ambulatorio se incluye en el Área de Gestión Sanitaria de Jerez, Costa Noroeste y Sierra), donde ha estado presente la gerente de dicha área, Lourdes García, y su equipo directivo.
A colación, la delegada territorial ha vuelto advertir de que ya existen sentencias que consideran estas agresiones a médicos, enfermeros, celadores… como delito de atentado, castigándose con penas de uno a tres años de prisión, “y hay condenas contundentes sólo por delitos leves”. De hecho, una reciente sentencia en Jerez ha condenado a un paciente por un delito leve de amenazas a una médico de familia a la prohibición de aproximarse a su víctima a una distancia de 200 metros durante el plazo de seis meses.