Hace unas dos semanas desde la Plataforma Vecinal se denunciaba que el barrio se había regado de “microfibras amarillas” provenientes de estos trabajos de desmantelamiento, temiéndose que fuera amianto. Y recientemente “amanecía con un fuerte olor a químico y humos provenientes de la antigua fábrica”. Se exige control sobre estas labores a Ayuntamiento y Junta.
“La salud del barrio está por encima de negocios o proyectos de fútbol, de puertos o del destino que se le dé al suelo”. Es la enésima queja de la Plataforma Vecinal Río San Pedro, en Puerto Real, respecto a la antigua Delphi, terrenos adquiridos meses atrás por el Cádiz CF aún conociendo que la Autoridad Portuaria los pretende para ampliar la actividad de la dársena de La Cabezuela (y de hecho ya ha iniciado el proceso de expropiación).
Entre tanto, Sport City Cádiz (la sociedad dueña de los suelos de Delphi, o sea, el Cádiz CF), como gesto simbólico y paso previo a tratar de hacer realidad su proyecto de “ciudad deportiva tecnológica”, desde hace semanas está ejecutando el desmantelamiento de las antiguas instalaciones de dicha factoría, que echaba el cerrojazo en 2007.
Un proceso que están sufriendo en primera persona los vecinos del Río. Hace unas dos semanas desde la plataforma vecinal se denunciaba la llegada de “microfibras amarillas” provenientes de estos trabajos, depositándose en balcones, ropas tendidas, centros escolares, parques infantiles y zonas verdes, “provocando urticarias a su contacto”. E incluso se temía que pudiera ser amianto.
Ante esa alarma, amplificada por varios partidos locales, la empresa encargada de los trabajos y con licencia municipal defendía que estas “esponjillas” no eran peligrosas (afirmaba que era lana de roca, que “no es perjudicial para la salud ni contaminante”) y que la maquinaria con el viento fuerte de levante de esas semanas se había parado para no seguir expandiendo esas microfibras, “pero el mismo día que sacaba el comunicado el viento seguía y las maquinas seguían haciendo su trabajo”, afea el colectivo vecinal.
Pero hay más, apunta la Plataforma Vecinal Río San Pedro en un comunicado remitido a DIARIO Bahía de Cádiz. El martes de la presente semana el barrio “amanecía con un fuerte olor a químico y humos provenientes de la antigua fábrica a escasos 100 metros de la población”. “Las ventanas tenían que cerrarse y el fuerte olor se introducía en las casas sin tener mayor respuesta”, se asevera.
“QUE VELEN POR NUESTRA SALUD”
“Los vecinos no saben a qué se destinarán dichos suelos, pero tendrán al barrio enfrente si los trabajos de desmantelamiento no se hacen adecuadamente. No es asumible que hayan llenado el barrio de microfibras, ni que haya malos olores o podamos tener alguna sorpresa desagradable. La sociedad del Cádiz que gestiona estos terrenos debe vigilar que la empresa desarrolla los trabajos de forma adecuada”, insiste el colectivo vecinal.
Por otro lado, se exige al Ayuntamiento de Puerto Real y a la Junta de Andalucía que “velen por nuestra salud”. “Nos preguntamos si la administración local que ha dado la licencia y la administración autonómica están realizando las tareas de control propias de este tipo de obras; no olvidamos que hay sustancias peligrosas y hay recomendaciones específicas para la limpieza de esa antigua fábrica”.