La Universidad de Cádiz asegura estar realizando una importante apuesta por la salina La Esperanza, en el término municipal de Puerto Real, un espacio singular que, además de acoger diversas actividades de divulgación científica, se ha transformado en un laboratorio natural en el que actualmente se están desarrollando diversos proyectos de investigación. Esta institución cuenta con la concesión de la misma desde 2012 (comprende terrenos con naturaleza de dominio público marítimo terrestre), con el objeto de transformarla en “un referente demostrativo en materia de innovación dentro del sector”.
En la actualidad, según recoge DIARIO Bahía de Cádiz de fuentes de la UCA, se están ejecutando en la salina cuatro proyectos centrados en entender los mecanismos para el mantenimiento y restauración de la biodiversidad de la zona, probar la idoneidad de los esteros como recurso para el crecimiento de macroalgas, poner en marcha una planta experimental de cultivo de microalgas marinas y compatibilizar el desarrollo de la acuicultura con el mantenimiento de la diversidad de especies vegetales y animales que conviven en este espacio, respectivamente.
Además de estos proyectos, La Esperanza ha sido el escenario de otras investigaciones que han girado en torno a la recuperación del conocimiento de los maestros salineros, para recuperar el manejo de las salinas y los esteros, el aprovechamiento extensivo de los caños, así como nuevas vías de futuro para el aprovechamiento artesanal de la marisma salinera. De igual forma, se ha trabajado en la puesta en valor turística de la zona y en mejorar su interés biológico.
Estas salinas son además zonas importantes para las aves acuáticas, por lo que están actuando como espacios de amortiguación frente a la pérdida de su hábitat natural, la costa y los estuarios. En ellas, estas aves obtienen alimento y refugio y se pueden encontrar gran variedad de especies, destacando las aves limícolas. De hecho, La Esperanza dispone de la colonia de Chorlitejo patinegro (Charadris alexandrinus) más numerosa del Parque Natural Bahía de Cádiz.
CUATRO PROYECTOS EN MARCHA
Repasando los proyectos en marcha actualmente, uno de ellos es el denominado ‘Apoyo a la gestión de las zonas húmedas del litoral del Sudoeste Ibérico: interacciones entre acuicultura y medio ambiente en la región transfronteriza Alentejo-Algarve-Andalucía (AQUA&AMBI)’.
Está liderado por el profesor del departamento de Biología, Gonzalo Muñoz y está centrado, además de fortalecer los mecanismos transfronterizos para el mantenimiento y restauración de la biodiversidad y los servicios del ecosistema, en la red Natura 2000 Alentejo-Algarve-Andalucía, en promover el uso de metodologías y sistemas de producción adecuados para zonas húmedas protegidas del área geográfica. Como, por ejemplo, la acuicultura o el marisqueo. Este proyecto está financiado a través del Programa de Cooperación Transfronteriza España-Portugal (POCTEP).
El segundo de los trabajos de investigación que se están ejecutando en este espacio natural puertorrealeño se denomina ‘Optimización de la recolección y el cultivo al aire libre de macroalgas destinadas a la industria alimentaria en esteros de la Bahía de Cádiz’ y cuenta con financiación de consejería de Conocimiento, Investigación y Universidad de la Junta de Andalucía, a través de su convocatoria de 2012.
Esta iniciativa, coordinada por el catedrático Ignacio Hernández, también perteneciente al departamento de Biología, tiene como finalidad mejorar el conocimiento del recurso macroalgas en esteros cultivables de la Bahía mediante el análisis de las propiedades químicas de las principales especies explotables, así como abordar las posibilidades de cultivo in situ de alguna de las especies. El proyecto, que se desarrolla en colaboración con el Centro Tecnológico de Acuicultura de Andalucía (Ctaqua), pretende aumentar las posibilidades de cultivo y extracción del recurso: conocer dónde y cuándo se pueden extraer los mejores especímenes para el consumo, dónde se pueden cultivar en campo algunas de las especies, qué mejora medioambiental producen los cultivos y qué nuevas especies podrían ser explotadas.
El tercero de los proyectos vigentes está dirigido por José Antonio Perales, catedrático en el departamento de Tecnología del Medio Ambiente. En esta ocasión, se trata de la puesta en marcha y desarrollo de una planta experimental demostrativa de cultivo de microalgas marinas. El objetivo de este proyecto consiste en la construcción de una instalación a escala demostrativa para la producción de microalgas en un entorno geomorfológico y ecológico singular como es un estero dentro de un Parque Natural.
Esta planta servirá para trabajar científicamente en la utilización de las microalgas para la producción de biomasa, además de comprobar y trabajar en su uso dentro de la gastronomía y aditivos alimenticios; productos de valor del sector farmacéutico, cosméticos, biofertilizantes, alimentación animal, Bulk Chemicals o productos técnicos (biopolímeros, biolubricantes, aditivos o pinturas).
Y el último proyecto que se está llevando a cabo actualmente en esta salina, titulado ‘Efecto de las invasiones geológicas de origen antrópico sobre las estrategias de camuflaje de nidos en el chorlitejo patinegro Charadrius alexandrinus’, está financiado a través del Programa Estatal de Fomento de la Investigación Científica y Técnica de Excelencia del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades. Este estudio está liderado por el investigador del Juan Aguilar Amat, del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), y en él participa la UCA a través de los profesores Alejandro Pérez Hurtado y Macarena Castro, ambos del departamento de Biología.
El mismo pretende ahondar en el conocimiento de la selección de hábitats para la reproducción de las aves limícolas, a través de comprobar el efecto que la introducción de materiales ajenos a las zonas naturales de nidificación del chorlitejo patinegro tiene sobre las estrategias de camuflaje de nidos de esta especie.