El pasado mes de agosto se anunciaba la venta de la cadena Supersol (que tuviera su origen en la provincia de Cádiz, y que en los últimos tiempos está en manos de Maxima, una multinacional de Lituania) a la francesa Carrefour por unos 78 millones de euros. Desde entonces no se ha sabido mucho más, hasta ahora que la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha autorizado la operación.
Y nada más anunciarse a mediados de enero ese paso, Supersol ha comunicado a los sindicatos su intención de aprobar un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) por “causas económicas y organizativas” para 338 empleados: trabajadores de oficinas, Cash Diplo, de la plataforma logística que la cadena tiene en Puerto Real, donde irían a la calle 50 personas “que se sumarán a los desastrosos datos de desempleo de esta provincia”.
En un comunicado remitido a DIARIO Bahía de Cádiz, esta plantilla afectada en Puerto Real entiende, que más allá de los datos económicos que Supersol alega para justificar los despidos, “es Carrefour quien está detrás de esta decisión y vamos a reivindicar nuestro derecho a ser subrogados y reubicados en una empresa, que por importancia y volumen de tiendas, puede absorber con facilidad, si quisiera, a la mayor parte de la plantilla de este centro que desea seguir tratando en esta empresa en la que la mayoría de ellos llevan un mínimo de 20 años”.
En este sentido, avanzan que llevarán a cabo “todas las acciones de protesta que sean necesarias para alcanzar este objetivo”.
70 DESPIDOS EN TODA LA PROVINCIA
UGT a su vez amplía los afectados por los despidos en la provincia: 70 sumando a personal de oficinas y a los centros de Cash Diplo. Para este sindicato, este nuevo ERE “no sólo no está justificado, ya que parece la consecuencia de la urgencia del grupo lituano Maxima por deshacerse de la empresa española y que ha provocado su venta a Carrefour por 78 millones, sino que además es injusta con una plantilla sacrificada al extremo durante la dura pandemia del Covid”.
Por ello, UGT rechaza dichos despidos anunciados, y exige a la dirección de la empresa “medidas no traumáticas”, como la reubicación del personal en las tiendas de Supersol de Cádiz, y en caso extremo mediante prejubilaciones, “de forma que no se vea comprometida la supervivencia de decenas de familias de nuestra provincia”.
En mayo de 2019, la firma Supersol ya llevaba a cabo una importante reestructuración de su negocio, despidiendo en todo el país a 294 empleados y echando el cierre 18 de las tiendas y 12 pescaderías. En el caso de la provincia, cerró siete supermercados, aunque inicialmente pretendía liquidar nueve.