El alcalde de Puerto Real, Antonio Romero, ha podido trasladar personalmente a la Junta de Andalucía cuestiones que atañen a la competencia autonómica en materia de educación, dado que en los últimos meses se han producido algunas incidencias al respecto.
El primer edil acudía el lunes junto al edil en esta materia, José Montilla, y una representación de la Flampa a la capital gaditana, a la delegación territorial de Educación, donde pudo conocer al nuevo responsable de la consejería en la provincia, Miguel Andreu, y entrevistarse con él.
Una de las quejas trasladadas abundan en el servicio de transporte que traslada al alumnado de la Escuela Infantil El Marquesado y las deficiencias que presentan los autobuses que proporciona la empresa concesionaria, que han sido continuamente denunciadas por las familias por considerar que no cumplen con las garantías mínimas. Romero ha solicitado de la delegación territorial toda la documentación relativa a los vehículos para comprobar de primera mano que se encuentran en regla para las funciones que realiza.
Según se ha informado a DIARIO Bahía de Cádiz, el alcalde de Sí se puede también se mostró muy preocupado en este encuentro por los servicios de comedores escolares que la consejería subcontrata, más aún después del contratiempo que recientemente sufrieron algunos centros educativos de la ciudad.
El delegado territorial informó a la comitiva de que ya se están preparando los pliegos de condiciones para adjudicar de nuevo estos servicios, a lo que se ha solicitado que se permitiera al Ayuntamiento enviar una serie de sugerencias. Entre ellas: la vigilancia por parte de las familias de la comida con la posibilidad de probarla sin previo aviso o bien la ampliación del tiempo en el que debe avisarse para no hacer uso del servicio en días determinados, actualmente establecido en una semana en algunas de las empresas, ya que no tiene sentido en el caso de que un escolar caiga enfermo.
Otras cuestiones abordadas estaban relacionadas con trabajos de los que el nuevo delegado territorial de Educación dijo no tener información suficiente, como el plan de climatización de los centros o el mantenimiento del sistema eléctrico del colegio Río San Pedro, que exceden de las competencias municipales.
Aunque “no con toda la satisfacción que le hubiera gustado”, Romero recibió la noticia de que ya se ha adjudicado la obra de construcción de la primera fase del colegio de Casines. Esta “reserva en la alegría” se debe a que sólo se acometerá, supuestamente para el curso 2020/2021, un centro con dos líneas de Infantil, es decir, que el curso que viene aún no van a estar disponibles estas unidades, “mientras que el colegio de la zona, el Arquitecto Leoz, sigue con cuatro y cinco líneas de Primaria que no van a verse reducidas en varios años”.