La delegación territorial de Educación de la Junta ha retirado, y antes de que comience el nuevo curso escolar, las placas de fibrocemento del porche y del cobertizo del CEIP Reggio de Puerto Real, zonas donde se había detectado contaminación por amianto. Aunque la comunidad educativa insiste en exigir más: el cambio urgente de todos los techos de uralita, y mantiene sus movilizaciones para septiembre. CGT, que apoya a padres y profesores, denuncia además ante la Inspección de Trabajo que los trabajos para suprimir esta pequeña parte de la cubierta “se ha hecho sin mantener las medidas de seguridad necesarias aumentando aún más los riesgos para la salud”.
La delegación territorial de Educación de la Junta de Andalucía en Cádiz informaba la semana pasada de que a través de la Agencia Pública Andaluza de Educación (APAE) ha retirado, y antes de que comience el nuevo curso escolar, las placas de fibrocemento del porche y del cobertizo del CEIP Reggio de Puerto Real, zonas donde se había detectado contaminación por amianto.
Este es el primer paso de los acordados y de los comprometidos por el delegado territorial de Educación, Juan Luis Belizón, con el Consejo Escolar del centro, “cumpliéndose en tiempo y forma”. Aunque la comunidad educativa insiste en exigir más, la retirada urgente de todos los techos de uralita del colegio, no sólo de estos dos. Y se sustenta en otro informe encargado por el AMPA, que además mantiene sus movilizaciones previstas desde el 1 de septiembre y su amenaza de que los padres no lleven a sus hijos al colegio si no se ejecutan todas las obras.
Con todo, desde la Junta se obvia ese documento y se señala que la siguiente fase –entre sus compromisos- es la realización de nuevas mediciones ambientales en diversos puntos del Reggio conforme a la normativa vigente para seguir testando, de esta manera, la presencia o la ausencia de partículas de fibrocemento en aire “con criterios técnicos y objetivos”. Y recuerda el anuncio de la consejería de la puesta en marcha de un programa para la retirada de la uralita de todos los colegios de Andalucía “de forma progresiva” hasta 2022, y el centro puertorrealeño “es uno de los prioritarios en este programa”. También se anota que se ja iniciado la fase administrativa para la reforma integral de las instalaciones.
En este sentido, el Gobierno regional entiende que está actuando en este caso “siguiendo escrupulosamente con las recomendaciones técnicas dictadas por la Unidad de Prevención de Riesgos Laborales de la propia delegación territorial, por la Agencia de de Medio Ambiente y Agua, y por la Jefatura de Servicio de Salud Pública”. Y la delegación territorial de Educación dice estar afrontando estas circunstancias “con lealtad, colaboración y diálogo, planteando soluciones y ejecutándolas conforme a los procedimientos establecidos”. De este modo, se sentencia, “la prioridad es velar siempre por la seguridad del alumnado y del profesorado, transmitiendo tranquilidad a toda la comunidad educativa y ofrecer un servicio educativo adecuado”.
CGT REVELA LA “CHAPUCERA” RETIRADA DE PARTE DE LOS TECHOS
Y mientras desde la Junta se presume de esta retirada de una pequeña parte (solo el cuarto de aperos y el porche) de la cubierta de uralita, el Sindicato de Enseñanza de Cádiz de CGT ha denunciado ante la Inspección de Trabajo esta “chapucera” intervención: “no solo no se ha retirado toda la cubierta que presenta un malísimo estado de conservación y graves riesgos para la salud al haberse además superado la vida útil de este material cancerígeno, si no que la pequeña parte que se ha retirado se ha hecho sin mantener las medidas de seguridad necesarias aumentando aún más los riesgos para la salud”.
Fue el miércoles 17 cuando la empresa GC Ingeniaría y Obra Civil retiraba las planchas de uralita de la cubierta del porche y del cuarto de aperos pero “sin cumplir los mínimos criterios de seguridad que garanticen la salud de trabajadores y vecinos”, insisten desde CGT.
En primer lugar, el comienzo de esta retirada no se comunicaba ni al Ayuntamiento “a fin de que pudiera realizar un operativo de información a los vecinos de la zona para que actuaran con prevención, manteniendo, por ejemplo, las ventanas de sus casas cerradas durante el proceso de movimiento de las planchas cuando se liberan más fibras de amianto al ambiente, o cortando el acceso a la zona para que no transitasen viandantes, lo que ha puesto en riesgo la salud de los vecinos y viandantes”.
En segundo lugar, tampoco se avisaba a los propios trabajadores del colegio, “lo que es especialmente grave en el caso del conserje, que tiene su vivienda dentro del centro, colindante a la zona en que se retiró la uralita y que se enteró de tales obras al oír el ruido de las mismas desde su casa. Esto es una grave negligencia que ha puesto en riesgo su salud”, entiende este sindicato.
Pero hay más: tampoco se ha garantizado la seguridad de los propios trabajadores de la empresa contratada por la Junta “al no cumplir las mínimas normas de seguridad e higiene en este tipo de trabajos”.
Al respecto, CGT, a través de una serie de fotografías, evidencia que no se ha utilizado una cámara estanca para cambiarse y ponerse los trajes especiales desechables para aislarse de las fibras de amianto y evitar que estas se liberen de nuevo al medio ambiente: “la cabina solo ha estado un día y no se ha usado adecuadamente (se han quitado los trajes fuera de ella por ejemplo), al día siguiente ni siquiera estaba cuando se ha seguido descontaminando”; no todos los trabajadores ni en todo momento se han llevado estos trajes especiales aislantes desechables durante el proceso de retirada de las planchas; no siempre han llevado mascarilla para evitar respirar las fibrillas; y además, se ha trabajado en altura sin llevar los arneses ni las medidas de protección adecuadas.
Por otro lado, este sindicato no olvida que la mayor parte de la cubierta del centro sigue presentando la presencia de amianto “con gran peligrosidad al estar igualmente cubierta de uralita que presenta las mismas características de mal estado de conservación que las retiradas”, como se demuestra en el informe técnico presentado por la AMPA.
“Está sobradamente demostrado técnicamente el mal estado y peligrosidad de toda la cubierta de uralita por lo que su retirada parcial es solo una chapuza que responde en realidad a los problemas presupuestarios y mala gestión de la consejería de Educación”, se insiste, y se agradece otra vez que el alcalde de Puerto Real, Antonio Romero, haya planteado la posibilidad de que el Ayuntamiento adelante el dinero para estos trabajos que no son de su competencia, siempre que la Junta se comprometa a devolverlo; proposición que no ha recibido respuesta alguna por parte de Belizón.
De este modo, CGT repite que apoyará la “determinación” de los padres y madres de no llevar a sus hijos al centro tras las vacaciones “hasta que no esté garantizada totalmente su seguridad” y se sumará a las movilizaciones previstas desde el 1 de septiembre con concentraciones cada jueves en la Plaza Mina de Cádiz, ante la delegación territorial desde las 11 horas y hasta las 13 horas; y a partir del día 12 de septiembre protestas diarias de 9 a 9.30 horas delante de la puerta de entrada al mismo CEIP Reggio.
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