El pleno ordinario de mayo del Ayuntamiento de Puerto Real ha aprobado de forma inicial el Plan Municipal frente al Cambio Climático, con el único voto en contra de la ultraderecha negacionista de Vox y de la concejala no adscrita (procedente de la candidatura del PP) Mª Inmaculada Garrido.
El resto de grupos del Gobierno (Confluencia de Izquierdas y Adelante Andalucía) y la oposición (PSOE, AxSí y PP) dieron su apoyo a esta estrategia municipal, “un amplio documento que efectúa un diagnóstico de la situación de Puerto Real en cuanto a los riesgos climáticos y analiza los impactos de éste que afectan a la población”.
Se trata de un documento estratégico basado en los estudios técnicos iniciados en 2021: Inventario de emisiones de gases de efecto invernadero, por un lado, y el de Riesgos y vulnerabilidades frente al cambio climático, por otro. Con la implicación de un importante número de áreas municipales, a nivel técnico y político “y mediado por un proceso participativo serio, de más de nueve meses de duración”, se diseñaron las estrategias de mitigación y adaptación que ahora se aprueban, para pasar a continuación por un periodo de exposición y de alegaciones previo a su visto bueno definitivo.
En la nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz se resalta que este plan municipal es fruto del “impulso” que ha supuesto el programa Gloclima, de la Fondo Andaluz de Municipios para la Solidaridad Internacional (Famsi), que ha permitido financiar los últimos trabajos, junto a “la voluntad política y al empuje de la ciudadanía”.
SE IRÁN ACOMETIENDO DIFERENTES MEDIDAS HASTA 2030
El diagnóstico a nivel local apunta como principales impactos climáticos la notable subida de las temperaturas, la escasez de agua, el encarecimiento de los combustibles y con ellos de la vida en general, el aumento de las enfermedades transmitidas por plagas o la subida del nivel del mar. A ello debe responderse desde todas las áreas del Ayuntamiento, si bien las de Urbanismo, Derechos Sociales, Transición Ecológica, Salud y Participación deberán tener un papel más activo.
Algunas de las medidas de adaptación recogidas en este documento ya se han puesto en marcha, como el estudio sobre la pobreza energética a nivel local, medidas de prevención frente al virus del Nilo, el Plan de Sequías o la reciente instalación de toldos en la calle De la Plaza.
Otras se irán iniciando “en los próximos meses y años”, hasta la culminación del plan en 2030: como la redacción de un plan de emergencias, de protección de los centros escolares frente al calor, de conservación de la biodiversidad o de reverdecimiento y adaptación del urbanismo o los sectores económicos, buscando poner la vida en el centro.
Junto a estas propuestas, destacan también las referentes a reducción de emisiones. Establecido que el sector más determinante al respecto es el del tráfico, en este pleno de mayo se han aprobado también modificaciones al ya existente del Plan de Movilidad, que queda así integrado en el mencionado Plan frente al Cambio Climático. Las nuevas aportaciones “no sólo van dirigidas a limitar las emisiones asociadas al tráfico rodado si no que nacen con la pretensión de generar una movilidad alternativa, que realmente priorice a las personas frente al automóvil”.