El Ayuntamiento de Puerto Real sigue adelante con su plan de podas, iniciado en noviembre y que se extenderá hasta abril, ejecutado por la empresa pública GEN. El mismo se ha dividido en sectores según las necesidades específicas de cada área, “priorizando las podas que eliminan riesgos, sanan las especies y, en menor medida, las de carácter estético y ornamental”.
Las podas se han planificado para realizarse “en los tiempos más propicios”, están llegando a diversas zonas del municipio, incluyendo Marina de la Bahía, calle Vejer, Polígono IV-A, José Saramago, Parque de la Liviana, San Juan Bosco, La Degollada, el Río San Pedro y el casco urbano. Las últimas semanas del plan se han reservado además para atender partes de trabajo puntuales, problemas en la vecindad, demandas y reclamaciones de podas.
Esta temporada, además, las podas de las palmeras (que representan casi el 75% del arbolado urbano de la Villa) se retrasarán debido a motivos de floración y mantenimiento. Y de cara al futuro, se pretende trabajar en una arboleda más voluminosa vegetativamente, “que genere mayores beneficios medioambientales para la ciudad”, se subraya en la nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz.
A colación, la concejalía de Medio Ambiente pide paciencia de la ciudadanía ante las consecuencias de las podas, como la presencia de material vegetativo en reposo, el uso de maquinaria y los cortes de tráfico.
NUEVAS PLANTACIONES
En paralelo, pensando en nuevas plantaciones, el Consistorio ha solicitado más de 2.000 unidades de 35 especies diferentes al vivero provincial de la Diputación. En la selección de estas plantas se han tenido en cuenta criterios como la necesidad de riego y la adaptación al entorno local, siguiendo el objetivo de “plantar la especie correcta en el lugar correcto”.
Se ha apostado por especies autóctonas y otras adaptadas al cambio climático, que requieren poco riego, tienen poca afección en el acerado, resisten la salinidad y el impacto de los fuertes vientos, y contribuyen a mejorar la calidad del aire y a reducir las temperaturas.
Entre las especies solicitadas para la repoblación de Las Canteras, devastada por el incendio del verano de 2023, se incluyen pinos piñoneros, romero, retama, palmito, mirto, madroños, alcornoques, encinas, jara negra y aladierno.
Además, para el parque de La Degollada se han seleccionado acer campestre, aligustre de Japón, almez y roble americano. Igualmente, se ha contemplado la plantación de especies como thuya, troanilla, tetraclinis, sabina común y cedro en el solar junto al cementerio de San Roque, y taraje, palmeras washingtonia y casuarina en la playa de La Bocana (Río San Pedro). Los patios escolares y las zonas ajardinadas junto a Lidl también se beneficiarán con la siembra de árbol del amor y lavanda, respectivamente.
Y también se ha requerido a la Diputación romero africano, romero rastrero y rosa rugosa para decorar los maceteros en diferentes espacios de la localidad, así como naranjos para reponer.
AULA PARA EDUCACIÓN MEDIOAMBIENTAL
Sin dejar el capítulo medioambiental, el concejal responsable, Antonio Gil, avanzaba semanas atrás que se proyecta la construcción de un Aula para Educación Medioambiental y obras complementarias en el Vivero Municipal, ubicado en la avenida de la Constitución. Esta iniciativa presupuestada en unos 174.000 euros se llevará a cabo gracias a los fondos del Profea 2024 asignados a la localidad (el antiguo PER).
Se contempla la edificación de una sola planta con una cubierta de ligera pendiente. El objetivo es crear un aula que dinamice la actividad social del parque y su entorno. Incluirá una zona de reunión o aula de exposición, un aseo general y un aseo adaptado según la normativa de accesibilidad. Además, contará con un módulo de servicio que albergará un laboratorio. La superficie total construida será de casi 97 metros cuadrados.
“Este aula no solo servirá como un espacio educativo, sino que también fomentará la conciencia ambiental entre la ciudadanía. Es fundamental que integremos la educación medioambiental en nuestras actividades diarias para proteger y preservar nuestro entorno natural”, ha considerado Gil.
En definitiva, un proyecto que busca no solo mejorar las infraestructuras del Vivero Municipal, sino también promover la educación y el respeto por el medio ambiente entre los habitantes de Puerto Real.