‘Praderas naturales’ es el nuevo proyecto lanzado por el Ayuntamiento de Puerto Real que consiste en, básicamente, no hacer casi nada: incorporar en diferentes zonas verdes “espacios de crecimiento espontáneo de plantas autóctonas generando pequeñas parcelas de praderas naturales de flores silvestres combinadas con la plantación de arbustos y árboles”. Todo ello, se afirma, “contribuirá a dar colorido a las zonas elegidas así como a la polinización”.
Al respecto, desde la concejalía de Medio Ambiente, con la colaboración de la empresa pública GEN, se ha empezado a colocar cartelería alusiva en varios puntos de la localidad. En ellos se indica que hay plantas como las amapolas, margaritas, cardos o dientes de león que “potencian la biodiversidad del suelo y aportan muchos beneficios”.
En la nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz se apunta que “mejoran la calidad medioambiental y paisajística del entorno, atraen insectos polinizadores y avifauna, regulan y a veces dificultan la aparición de plantas no deseadas, optimizan el consumo de agua al estar adaptadas al medio, mantienen la calidad del agua, del aire y la estabilización y fertilidad del suelo, economizan los gastos de mantenimiento y mitigan los efectos del cambio climático”.
La propuesta piloto se concreta en la selección de un trozo de terreno en diversos lugares que se enriquecerán con semillas de flores y con la instalación de casitas para pájaros; se buscan en definitiva “contar en Puerto Real con espacios más naturales en las zonas verdes urbanas”.
Las zonas donde inicialmente se va a intervenir son: el paseo María Auxiliadora, la calle Juan García Mondeño, calle Juan Ramón Jiménez/José Saramago, las jacarandas frente a Mercadona en la avenida de Palestina, el bar El Catalán, el lateral del instituto La Jarcia y la calle La Línea. Según se vaya observando “la aceptación y evolución” se irán incorporando nuevas zonas, “teniendo en cuenta las propuestas vecinales”.
A colación, el concejal de Arbolado, Antonio Gil, sentencia que “aprender de la naturaleza y valorar lo que nos ofrece es una oportunidad; usar especies vegetales adaptadas a nuestro clima, una necesidad”.