Trabajadores de la factoría de Airbus en Puerto Real han decidido parar la producción para denunciar el despido “injusto” por “ponerse enfermo” de un compañero de 58 años de edad con más de 36 años de antigüedad, y la no renovación de 14 trabajadores de Empresas Temporales de Empleo (ETTs), que se confirmaron a finales de la semana pasada, curiosamente tras la huelga del metal en la Bahía de Cádiz contra la precariedad en el sector convocada por sindicatos alternativos.
“Si a los trabajadores fijos se les puede despedir simplemente por estar enfermos, ¿qué no se podrá hacer con todos los demás?”, se preguntan desde CGT, que ha avanzado que usará “todas las herramientas” que tiene a su alcance “para que esta situación se revierta, y el compañero se reincorpore a su puesto de trabajo con total normalidad”, al tiempo que solicita a las plantillas de todas las factorías “apoyo mutuo y solidaridad”, y pide al resto de organizaciones “ser firmes en defensa de la readmisión”.
Este sindicato señala que este despido que castiga la enfermedad “es un atentado contra los trabajadores”. No entiende que la dirección de la empresa, como parte firmante del convenio colectivo, “se salte su propio texto (art. 58), y otros acuerdos de los comités de salud laboral, y en materia de disminución del absentismo, y materialice un despido sin previo aviso y sin tener en cuenta la situación personal del trabajador”.
Por su lado, la Sección Sindical Estatal de UGT FICA ha mostrado su solidaridad con el compañero despedido ante la decisión unilateral de la dirección de la plante puertorrealeña (en aplicación del artículo 52 del estatuto de los trabajadores, por haber tenido bajas médicas en los dos últimos meses que superan el 20% de su jornada laboral); un operario “indefinido, con varias decenas de antigüedad y un nivel de experiencia y profesionalidad ejemplar e incuestionable”. Al respecto, apoya el paro convocado en la factoría.
En este sentido, UGT considera, en un comunicado remitido a DIARIO Bahía de Cádiz, que “los sindicatos debemos aprovechar la convocatoria de la reunión de la comisión central de empleo en Madrid (como ha planteado el comité de empresa de Puerto Real), para programar y organizar una contestación común en todas las plantas”. Asimismo, “debemos aprovechar la reunión para exigir a la dirección que dé marcha atrás en la decisión que ha tomado unilateralmente, cuestión esta imprescindible y previa para continuar manteniendo las reuniones previstas y las relaciones con la dirección”.
UGT FICA se reafirma en su posición de rechazo a la decisión unilateral que ha tomado la dirección, “que pone al descubierto sus pretensiones y esclarece su estrategia”. “Esta decisión (posiblemente no la última) va dirigida contra la estabilidad en el empleo y las condiciones laborales de los trabajadores y es una posición de la dirección de firmeza y ataque contra el movimiento obrero y de intento de descrédito del movimiento sindical en Airbus”, se subraya.
“Con estas decisiones demuestra que nos afecta a todos y a todas, sin excepción”. Por eso este sindicato entiende que “hace falta una respuesta contundente y firme desde todos los centros, desde la unidad sindical y la unidad del conjunto de la plantilla. Está en juego la estabilidad en el empleo de todos y la calidad de las condiciones de trabajo y el marco de relaciones laborales”.
SOLIDARIDAD DESDE LOS AYUNTAMIENTOS DE PUERTO REAL Y CÁDIZ
Desde los ayuntamientos de Puerto Real y Cádiz ya han expresado su total solidaridad y apoyo al trabajador de la plantilla de Airbus despedido. Para el equipo de Gobierno puertorrealeño, “resulta intolerable que se pueda despedir a cualquier trabajador por padecer una enfermedad o lesión”, estimando que “lo más coherente sería su inmediata reincorporación”.
De este modo, el bipartito encabezado por Antonio Romero hace suya la lucha del trabajador despedido y muestra su total conformidad con la respuesta de los trabajadores de esta planta, que el mismo viernes decidieron mayoritariamente en asamblea parar de trabajar en tanto en cuanto el compañero afectado no sea readmitido. Una decisión respaldada igualmente y de forma unánime por el comité.
Y el alcalde de la capital gaditana, José María González ‘Kichi’, ha apuntado que se tratan de dos situaciones “intolerables”. De un lado por “el hecho de que se pueda despedir a cualquier trabajador por padecer una enfermedad o lesión” saltándose “los acuerdos adoptados con el comité de empresa y el convenio laboral”; y por otro “porque se ha dejado contar con 14 personas que venían trabajando en la empresa desde el mes de julio con dos renovaciones de contrato tal y como aseguran desde el comité pese a que la carga de trabajo hace posible el mantenimiento de esos puestos con su conversión a contrato de empresa”.
Ante esta situación, el alcalde de Cádiz ha mostrado también su apoyo y su respaldo a las movilizaciones emprendidas por los trabajadores y ha pedido a la empresa que inicie un diálogo con el comité de empresa para resolver esta situación “que no beneficia a nadie”.