En pleno contexto de tensión de movilizaciones internas en el astillero de Navantia Puerto Real (ante la caída de la faena que se producirá en primavera tras la entrega del último petrolero, y la escasa carga de trabajo a la vista; a lo que se añade el inicio de las prejubilaciones contempladas en el plan estratégico de la compañía, sin que se confirme el relevo de todos los que se irán), la empresa estatal ha anunciado un nuevo encargo para Matagorda, que al menos requerirá de 250 operarios durante un año.
Así, Navantia ha ganado un contrato para la construcción de 20 upper jackets (estructura de cimentación) para la primera fase de un macroproyecto eólico en el Mar del Norte. Este campo eólico de más de 1.000 MW, que ha sido dividido en tres fases (esta primera de 500MW), está localizado en aguas territoriales escocesas.
Los trabajos iniciales de fabricación comenzarán en abril, entregándose el primer lote de jackets a principios de noviembre de este mismo año. A partir de esa fecha, se realizará una entrega por lotes mensual, hasta completar las 20 jackets de las que se compone el contrato.
Esta operación, se subraya en una nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz, aporta “trabajo inmediato” al astillero puertorrealeño, y sirve para consolidar su papel en el mercado offshore, objetivo recogido en el plan estratégico firmado en diciembre.
La carga de trabajo de Navantia en esta fase, asciende a 382.000 horas de montadores, soldadores, pintores, electricistas y servicios auxiliares, “lo que supone una generación de unos 250 puestos de trabajo en la zona durante el año que durará el contrato”.
Este programa se une a otros que la empresa estatal repite en las últimas semanas para contrarrestar las movilizaciones de la plantilla: parte de las corbetas de Arabia Saudí, que se construyen principalmente en San Fernando; el cuarto petrolero Suezmax para la naviera Ibaizabal, que será flotado en las próximas semanas; y la subestación eléctrica para el campo de Oil & Gas Johan Sverdrup, que se iniciará en unos meses. Además, recientemente se confirmaba que “en breve” se activarán los primeros trabajos de ingeniería para el desarrollo del futuro Buque de Acción Marítima de Investigación Subacuática (BAM-IS), para la Armada española, que se supone que se construirá en su momento en el astillero de Puerto Real.
“PREOCUPACIÓN” EN LAS EMPRESAS AUXILIARES
Y en esta misma jornada que Navantia ha informado sobre un nuevo encargo para el astillero de Puerto Real, la asociación provincial de la Industria Auxiliar Naval (IAN), que engloba a las empresas proveedoras del sector de la construcción naval, offshore y oil&gas, ha expresado su “gran preocupación” ante la “falta de actividad” en dicha planta de la Bahía “donde no se vislumbra a corto y medio plazo carga de trabajo”, ha incidido su presidente, Diego Chaves.
El representante de este colectivo de empresas alrededor de la cadena de suministro de la tractora naval ve como “no hay movimiento de lo que genera empleo, ni chapa ni acero, lo que está creando una gran intranquilidad en todo este sector en la Bahía y en la provincia”.
Entretanto, lamenta, la industria de la comarca sigue sin recibir adjudicaciones de lotes de trabajo de la tractora para los proyectos en marcha, “como la construcción de las corbetas para Arabia Saudí lo que agrava la situación en un marco en el que nos encontrábamos esperanzados de poder revertir en empleo y riqueza para la zona estos trabajos de una manera contundente.”
Chaves reitera el ofrecimiento de la organización empresarial de las industrias auxiliares para realizar acciones y demandas, principalmente al Gobierno de la Nación, como administrador final de Navantia. Del mismo modo, considera prioritario llevar a cabo un ambicioso plan comercial que tenga como eje “la capacidad y excelencia de toda la cadena productiva, demostrada durante los últimos años en todos los ámbitos navales: construcción, off-shore y reparaciones, con un nivel profesional y técnico que soporta cualquier comparación”, ha afirmado.
Finalmente, IAN insta a Navantia a que “no se pierda el músculo industrial que hemos recuperado, intensificando la búsqueda de oportunidades comerciales tras las misiones frustradas de los últimos meses. Al respecto, Chaves tiende la mano de la organización que preside para “ayudar en lo que sea necesario, por el bien de todos, tractora y auxiliares”.