Mercadona acaba de reabrir estos días uno de sus dos supermercados de Puerto Real, en Marina de la Bahía, en la avenida de Palestina; tras una reforma integral en la que asegura que ha invertido 3,1 millones, para convertir el establecimiento en lo que llama “modelo de tienda eficiente”.
Coincidiendo con la reapertura, la alcaldesa, Elena Amaya, visitaba las remozadas instalaciones, cuya reforma “ha dado empleo a más de 100 personas”. Este súper cuenta con una plantilla de 45 trabajadores.
Este nuevo modelo de tienda, según venden desde Mercadona, “refuerza la excelencia en el servicio y optimiza el acto de compra, con mejoras enfocadas tanto a los clientes como a los trabajadores, los proveedores y la sociedad”.
Para ello, este nuevo supermercado en la Villa cuenta con novedades en todas sus secciones como su nueva sección ‘Listo para comer’, charcutería con jamón al corte y envasado, una góndola central en la perfumería para la cosmética especializada, un servicio de zumo de naranja recién exprimido, especialidades de sushi, una nueva sección de horno con rebanadora de pan y pastelería refrigerada o una nueva exposición en la pescadería para los productos de concha, entre otras novedades.
Esta nueva generación de supermercado eficiente cuenta con una superficie de sala de ventas de 1.422 metros cuadrados y dispone de un diseño totalmente renovado respecto al anterior modelo de tienda con nuevos colores y materiales, tanto en la fachada exterior de acceso al supermercado como en la distribución de las distintas secciones. Asimismo, apuesta por amplios espacios diáfanos que facilitan la entrada de luz natural y colores cálidos en la delimitación de los distintos ambientes.
Adicionalmente, con el fin de facilitar las tareas diarias de los trabajadores, incluye múltiples medidas para mejorar la ergonomía y eliminar sobreesfuerzos, como el nuevo mueble de caja “desarrollado en colaboración con el Instituto de Biomecánica de Valencia”. La tienda también dispone de zonas comunes para que los empleados “disfruten de una mayor comodidad en sus momentos de descanso”.
Además, el supermercado está completamente conectado tecnológicamente, mediante la integración de una serie de dispositivos electrónicos y herramientas colaborativas para los trabajadores, “lo que facilita la autogestión de cada supermercado y agiliza los procesos de toda la cadena”.
Y a nivel medioambiental, se han tomado medidas que permiten reducir hasta un 40% el consumo energético respecto al modelo de tienda convencional, debido a la mejora del aislamiento térmico y acústico, optimizando los materiales y el grosor de paredes y techos y con nuevos arcones de congelado más eficientes energéticamente y respetuosos con el medioambiente. Además, cuenta con un sistema de iluminación Led automatizado que se regula según zonas y momentos del día.