El portaviones Juan Carlos I, buque insignia de la Armada española que tiene su base en la Base Naval de Rota, se enfrenta en las próximas semanas a labores de mantenimiento, por primera vez en el astillero de Puerto Real.
En esta ocasión, y a diferencia de las anteriores en las que este mega barco de guerra efectuó la varada en los astilleros de Navantia Cádiz (centrados en reparaciones), ha entrado en dique por primera vez Matagorda (ya que en la capital, su mayor dique está ocupado actualmente por otro barco), lo que ha además ha conllevado un “hito histórico”: el primer paso Juan Carlos I, bajo el puente de la Constitución de 1812.
Realizó su entrada en el dique seco de la factoría puertorrealeña en la mañana del lunes. El tránsito desde la Base de Rota hasta el astillero se realizó cumpliendo de manera estricta las medidas necesarias para la prevención del coronavirus, y la ejecución de la varada cuenta con un plan de trabajos a bordo durante los próximos meses acorde a estas medidas sanitarias, se asegura desde el Ministerio de Defensa en un comunicado remitido a DIARIO Bahía de Cádiz.
Durante esta varada en Puerto Real (que empleará a unas 300 personas hasta finales de diciembre) se llevarán a cabo los mantenimientos programados, y se realizarán diferentes obras y mantenimientos, entre los que destacan los de las hélices Azipod, que son su sistema de propulsión, y la revisión del resto de equipos y sistemas de la obra viva (parte del barco que permanece sumergida en el agua) que requieren necesariamente de una estancia en dique seco para poder acceder a ellos, como son las aletas estabilizadoras, las hélices empujadoras de proa, las válvulas de fondo de diferentes sistemas; así como un pintado completo del buque.
Este Buque de Proyección Estratégica LHD, con sus más de 27.000 toneladas de desplazamiento y 232 metros de eslora, es el mayor buque de guerra jamás construido en el Estado español. Toma su nombre del que fuera rey colocado por el dictador Franco; el Borbón está ahora huido del país (con la excusa de no manchar el reinado de su hijo), ya que sobre él pesan supuestos delitos de soborno y fraude
Construido en el astillero de Navantia de Ferrol, fue botado en marzo de 2008 y entregado a la Armada el 30 de septiembre de 2010. Se trata de un buque multipropósito que, con varios perfiles de misión, proporciona una gran flexibilidad de cometidos entre las que incluye las capacidades anfibia y aeronaval, así como de transporte estratégico y asistencia humanitaria. Su diseño está basado en una combinación de estándares militares y comerciales con un alto grado de nacionalización en sus sistemas. Igualmente destaca su notable capacidad de carga de personal, vehículos, aeronaves y embarcaciones, así como su novedoso y eficiente sistema de propulsión, azimutal y eléctrico que “le confiere una excelente maniobrabilidad”.