Padres con alumnos en el CEIP Reggio de Puerto Real se han plantado y han decidido no llevar a sus hijos más a clase para exigir a la Junta que reemplace los techos de uralita del centro tras haberse detectado un episodio de contaminación por amianto. Se ha iniciado un calendario de movilizaciones para presionar a la delegación territorial de Educación, que no cree que se esté corriendo ningún riesgo para la salud.
Padres con alumnos en el CEIP Reggio de Puerto Real se han plantado y han decidido no llevar a sus hijos más a clase para exigir a la Junta de Andalucía a que durante este verano reemplace los techos de uralita del centro tras haberse detectado un episodio de contaminación por amianto. Se ha iniciado un calendario de movilizaciones en la que se invita a no asistir a clase y permanecer en la puerta, no realizar ninguna actividad de final de curso excepto la graduación del alumnado de sexto -en la caseta municipal-, y pedir la anulación del centro como colegio electoral el próximo 26 de junio.
Este colegio público tiene acotada una pequeña zona con vallas por delegación territorial de Educación, y esta le ha trasladado a la Ampa que no cree que el alumnado corra ningún peligro de salud. Los padres se quejan de falta de información y de que si hay zona acotada es porque algún peligro hay, y “hay que tener en cuenta que las partículas de amianto no entienden de vallas”.
Ustea, que apoya las reivindicaciones de los padres y madres, recuerda que este centro es uno de los que en los últimos meses ha señalado por la presencia de techos de amianto, agravándose el problema por la aparición de grietas, y que el techo del cuarto del huerto ha dado positivo en partículas. El Ayuntamiento se ha comprometido a cambiar este techo, pero la Ampa exige el cierre del colegio hasta que la Junta no garantice la salud del alumnado, “asunto que hacemos extensible desde nuestro sindicato a la salud de los trabajadores y trabajadoras, y todos los miembros de la comunidad educativa”, remarca en un comunicado remitido a DIARIO Bahía de Cádiz.
La vida útil del amianto se estima en 30 años, y el que está en este centro puertorrealeño “puede tener alrededor de 50 años”, y mientras, desde la delegación territorial se informa a la Ampa que el amianto “no está deteriorado” y que la durabilidad “es de aproximadamente 60 años”; “al pedir dicha información por escrito para tranquilizar al resto de las familias no acceden a tal petición, y desvían la conversación”.
Además, el delegado de Educación, Juan Luis Belizón, admite que la sustitución de los techos, como exigen los padres, no se puede llevar a cabo en un solo verano; comenta, a decir de este sindicato, que “es una obra de mucho calado que puede durar tres o cuatro años, pero que si el techo se cae se haría con carácter de urgencia”; asunto que hace que la Ampa solicite de nuevo un informe de salubridad, que garantice que el alumnado y el resto de la comunidad educativa no está en peligro.
La Ampa además de contar con el respaldo de Ustea Cádiz, tiene el apoyo de la Fedapa de Puerto Real, y ha recogido más de 1.000 de apoyo en menos de cuatro días. “Pedimos que la delegación territorial de Educación y las administraciones competentes solucionen urgentemente este problema y dejen de jugar con la salud de la comunidad educativa del CEIP Reggio”, se insiste.
El amianto (asbestos o uralitas) está prohibido en nuestro país desde 2002 y en toda la UE desde 2005. En el mundo hasta 55 países gozan de igual prohibición. Para que un producto tan utilizado y versátil llegue a prohibirse han de mediar poderosas razones. El Parlamento Europeo lo declaró en 1978 elemento cancerígeno laboral.
(puedes comentar esta información más abajo)