La Universidad de Cádiz, Endesa, la Fundación Migres, Estero Natural y el Parque Natural Bahía de Cádiz han unido esfuerzos para la recuperación del águila Pescadora, una especie que se reintrodujo en la península Ibérica en 2003, tras su desaparición en el siglo XX. Un equipo de voluntariado ha trabajado en la colocación de un nuevo nido que sirva para la reproducción de esta ave marina en la Bahía gaditana.
Para su instalación, los expertos de la Fundación Migres han elegido la zona de las marismas de San Rafael, gestionada por la empresa Estero Natural de la Bahía de Cádiz, un espacio protegido que tiene en concesión la UCA con el objetivo de investigar, conservar y revalorizar cerca de 40 hectáreas de esta zona de incalculable valor medioambiental. Esta salina es anexa a la finca de la Esperanza, en Puerto Real, sumando así un nuevo hito para convertir este ecosistema salinero y de marismas, laboratorio natural de la Universidad, en “un referente para la reproducción y conservación de especies protegidas”.
El nuevo nido situado a más de siete metros del suelo, se ha colocado en un agujero de un metro de profundidad y 16 centímetros de diámetro, realizado con una maquina especializada que la propia UCA ha prestado para la ocasión.
La colocación de este nido es “crucial” para la conservación del águila Pescadora, ya que esta especie cruza el Estrecho para invernar en África y regresan al territorio de la península, al inicio de la primavera, para reproducirse, tal y como explica Carlos Torralvo, responsable de la Fundación Migres y experto en dicha especie, en el comunicado remitido a DIARIO Bahía de Cádiz.
Por este motivo, que encuentren nidos donde reproducirse es fundamental, y esta es la base del proyecto que la Fundación Migres y Endesa han desarrollado y que forma parte del plan de conservación de la biodiversidad de la compañía eléctrica, que, además de tener como meta reforzar la población de esta especie, contribuye al objetivo de conocer el estado poblacional del águila Pescadora de cara a su conservación dentro de sus propios hábitats y allí donde interactúe con la actividad de Endesa.
Por su parte, el director de los Servicios Centrales de Investigación en Salinas (Salinas la Esperanza) de la UCA, el profesor Alejandro Perez Hurtado, ha destacado la importancia de la colaboración entre las diversas entidades: “tenemos como objetivo propiciar la colaboración en todas aquellas actividades que mejoren los valores ambientales de la marisma salinera y sin duda, este es un claro ejemplo donde debíamos colaborar”.
Desde Estero Natural, Antonio Rivero, representante de la empresa, ha mostrado su agradecimiento por haber podido colaborar en este tipo de iniciativas con entidades tan importantes y comprometidas con la conservación y “que permitirá la recuperación de un ave tan espectacular y emblemática de la Bahía”.
Para el Parque Natural Bahía de Cádiz, el director conservador Rafael Martín destaca que este tipo de acciones con la participación comprometida de las entidades participantes suponen “el camino a seguir” y son “una demostración de que es posible preservar y mejorar la biodiversidad de nuestras salinas y marismas”; procurando al mismo tiempo oportunidades al emprendimiento en armonía con los valores del espacio natural, como se viene haciendo desde hace siglos.
Y desde Endesa, el responsable de este proyecto, Luis Quesada, ha puesto en valor “la colaboración entre instituciones públicas y privadas” que permiten desarrollar iniciativas como esta.
LA REINTRODUCCIÓN DEL ÁGUILA PESCADORA
Endesa y la Fundación Migres llevan colaborando desde 2019 en la recuperación del águila Pescadora, instalando desde entonces seis nidos y seis posaderos en la zona de la Bahía de Cádiz, hábitat histórico natural de esta ave rapaz. Este año, volverán a colaborar en la instalación de hasta cuatro nidos y seis posaderos más, dos de los cuales ya se han instalado en el embalse de Bornos y de Guadalcacín. El cuarto y último nido se colocará como este en una salina gestionada por la UCA, en el Parque Natural de la Bahía de Cádiz.
A esta medida se una la instalación de cámaras de alta resolución en varios de los nidos. Cada una realiza una instantánea cada cinco minutos, lo que le da una autonomía de 365 días, y permite obtener una fotografía de comportamiento que permite conocer cuando acuden al territorio, cuando empieza la incubación y nacen los primeros pollos, el número de huevos puestos y el número de pollos nacidos, o las interacciones con su misma especie y con otras especies.
La pasada primavera los científicos identificaron diez parejas de águila Pescadora. Precisamente, cinco de estas parejas se encuentran en el embalse de Guadalcacín (entre San José del Valle, Arcos y Algar) y las otras cinco parejas se encuentran en el embalse de Barbate y, una de ellas era una nueva pareja.
El águila Pescadora (Pandion haliaetus) es una rapaz de mediano tamaño, que se extinguió de la península Ibérica a finales del siglo XX. La última pareja que criaba en la provincia de Málaga dejó de hacerlo en los años 80. En 2003 se inició en Andalucía el proyecto de reintroducción, desarrollado por la Fundación Migres en colaboración con el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la consejería de Medio Ambiente de la Junta.
Tras la liberación durante 10 años en Huelva y Cádiz de 191 pollos de águila procedentes de Escocia, Finlandia y Alemania, la población ha ido asentándose en distintos embalses de cuatro provincias andaluzas. Actualmente, ya se cuentan con 19 parejas reproductoras que han sacado adelante una prole de 19 pollos, lo que constata que se ha afianzado como reproductor en la península Ibérica.
Una decena de estas parejas reproductoras se encuentran en la provincia gaditana. Esta expansión, que ha mantenido una progresión creciente, se ve favorecida por ser la Bahía de Cádiz el área de invernada más importante para el águila Pescadora en la península, lo que implica la presencia de esta especie en el área a lo largo de todo el año.
Una vez reintroducida esta rapaz en Cádiz, los expertos constataron que los ejemplares que nidifican en la zona siguen encontrando carencias de plataformas de nidificación. El proyecto de Endesa y Migres tiene como objetivo cubrir esa necesidad e incluye además la instalación de posaderos para localizar mejor a las águilas que se encuentran en la provincia durante el invierno.