Un informe técnico ha confirmado la existencia de una serie de incidencias que hacen inviable la apertura al baño en Puerto Real de la playa La Calita de la Bocana del Río. Por tanto, ésta continuará fuera del plan de explotación de playas del Ayuntamiento.
A colación, el concejal de Medio Ambiente, Carlos Salguero, manifiesta que “nuestro compromiso se ha cumplido, pues dijimos en el pleno de febrero que se abriría la playa si los informes técnicos avalaban la misma, algo que no ha sido así. Hemos escuchado y estudiado la propuesta de la ciudadanía, pero no es posible atender su propósito, porque no podemos ir contra un informe técnico tan claro y contundente”.
“Además, no se trata de cuestiones que podamos solventar desde el Ayuntamiento, sino que son aspectos que no están en nuestras manos, porque el informe indica que existen corrientes que pueden desplazar a los bañistas al exterior de la bocana e incluso provocar que impacten contra las piedras de los espigones, con el riesgo que eso supone”, precisa este edil del PSOE.
Esta prohibición no es nueva, ya que existen informes de 2007, tanto de la Junta de Andalucía como del propio Ayuntamiento, en esta línea. No obstante, ante la petición ciudadana en la que se solicitaba estudiar la apertura de la playa próxima a la depuradora y el uso de la cala más pequeña, de las tres que la conforman, para el uso de animales, el Consistorio ha vuelto a analizar el asunto.
Salguero agrega que “quienes han solicitado la apertura al baño de la playa conocen el contenido del informe, por lo que presionar para que se abra a bañistas y se dote de equipamientos es una irresponsabilidad absoluta, y desde el Ayuntamiento no vamos a hacer algo que desaconseja los informes técnicos”.
En el informe, según se apunta en el comunicado remitido a DIARIO Bahía de Cádiz, se recoge que la prohibición del baño en sus aguas conlleva que esta playa no vaya a contar con la dotación de equipamientos propia de las que están incluidas en el plan de explotación de playas, tales como módulos de aseo y de salvamento.
Igualmente, las conclusiones recogen que a pesar de la no apertura y la prohibición del baño, las personas sí pueden permanecer tanto en el paseo marítimo como en la arena. Además, al no estar abierta al baño, los animales pueden tener acceso a las tres calas existentes, sin necesidad de solicitar su uso.
El Ayuntamiento va a colocar carteles informativos en los extremos de los espigones y a lo largo del paseo marítimo, con dos mensajes: ‘Prohibido el baño por fuertes corrientes’ y ‘Escalón peligroso por rocas cortantes’. También procederá a extraer la arena y la vegetación que ocupan parte del paseo marítimo, de manera que no obstaculice el tránsito de público.
ES UN PELIGRO
El documento resalta que las tres calas existentes están divididas por cuatro espigones, que se conectan entre ellas a través de canales, de los cuales tres comunican con el Río San Pedro. Aunque son de poca anchura, tienen un flujo de corriente importante cuando disminuye la marea, por lo que el bañista puede ser desplazado hacia el exterior de la bocana. Asimismo, en los canales hay una alta intensidad del flujo mareal, circunstancia que puede provocar que el bañista impacte contra las rocas de los espigones.
A esto se une el hecho de que las rocas que componen los espigones están afiladas y la existencia de escalones en cada canal, de varios metros, no son visibles durante la pleamar, con el consiguiente peligro para las personas.