Pensando en “sostenibilidad y la gestión correcta de los recursos naturales y municipales”, el Ayuntamiento puertorrealeño a través de GEN está actuando en taludes localizados en la playa de La Cachucha. Se está sustituyendo el césped por una planta perenne herbácea con gran resistencia a la sequía. Si llueve, en invierno no hará falta riego.
El Ayuntamiento de Puerto Real está actuando en diferentes taludes localizados en la playa de La Cachucha, buscando transformarlos en praderas naturales.
En este sentido, se está sustituyendo el césped por una planta perenne herbácea como la Lippia nodiflora (también conocida como Bella alfombra o simplemente Lipia), con gran resistencia a la sequía. Esta planta tapizante es ideal para jardines xerófitos con baja disponibilidad de agua, incluso para ambientes costeros y salinos, como es el caso en cuestión. Se caracteriza por cubrir grandes espacios y ofrecer incluso floración desde el punto de vista ornamental.
En esta primera intervención, que se está realizando a través de la empresa municipal Grupo Energético de Puerto Real (GEN), se va actuar en una extensión aproximada de unos 2.000 metros cuadrados.
en invierno, si se da un rango medio de pluviometría superior a 300 mm anuales, que es el caso habitual, no será necesario aportar agua
En una nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz, el concejal de Medio Ambiente, Carlos Salguero, apunta que “con este tipo de actuación seguimos dando pasos hacia la sostenibilidad y la gestión correcta de los recursos naturales y municipales”.
“Desde Medio Ambiente y GEN continuamos trabajando con el propósito de optimizar al máximo los recursos existentes y pensando en medidas sostenibles, que permitan compatibilizar el embellecimiento de la localidad con el ahorro en el consumo de un elemento tan importante como el agua”, remarca este edil del PSOE.
Los riegos para esta especie se llevarán a cabo de una a dos veces por semana en otoño, primavera y verano, si las temperaturas resultan muy cálidas. La forma que se ha elegido es mediante riego por goteo, seleccionando emisores de rango amplio ideal para especies rastreras. Esto permite un gran ahorro de agua además de ser también más localizado.
En invierno, si se da un rango medio de pluviometría superior a 300 mm anuales, que es el caso habitual en esta zona, no será necesario aportar agua. No obstante, se contempla la opción de añadir algún riego de apoyo cada 20 días si fuera necesario.