El alcalde de Puerto Real no ha cometido delito alguno de prevaricación en la gestión que realizó aplazando el desahucio de la Casa Club del campo de golf Villanueva. El Juzgado lo vuelve a sentenciar por segunda vez en dos meses –insistiendo en que la actuación de Romero fue razonable-, después de que el PA recurriera el auto dictado el pasado enero. No contento con este segundo revés, los andalucistas ya han apelado a la Audiencia Provincial.
El alcalde de Puerto Real, Antonio Romero, no ha cometido delito alguno de prevaricación en la gestión que realizó aplazando el desahucio de la Casa Club del campo de golf Villanueva. El Juzgado lo vuelve a sentenciar por segunda vez en dos meses, después de que el extinto PA recurriera el auto dictado el pasado enero.
A principios de año el juez archivó la causa por prevaricación que había realizado el principal partido de la oposición en el Consistorio, considerando que no concurrían los requisitos necesarios para la apreciación de tipo penal. Tal y como quedó claro en aquel auto, el pleno aprobó por mayoría el aplazamiento de la ejecución, que además contaba con los preceptivos informes jurídicos y técnicos, por lo que no fue una decisión arbitraria que causara una injusticia manifiesta al interés público.
Sin embargo, los andalucistas recurrieron entonces esta decisión, recibiendo ahora, de nuevo, la negativa del Juzgado, que ha desestimado el recurso. Los argumentos se repiten en el segundo auto, entendiendo la juez que “las diligencias practicadas (entonces) eran más que suficientes para la investigación de la causa”, y que de ellas no se desprende indicio alguno de prevaricación.
Así también, según difunden desde el Ayuntamiento en una nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz, el Juzgado reitera que después de diez años (desde 2005) que la Casa Club estaba siendo ocupada de manera irregular, el hecho de demorar tres meses su desalojo no producía perjuicio alguno a la ciudadanía ni al Ayuntamiento, comprendiendo que era más razonable hacerlo de forma ordenada. Prueba de ello es que la propia empresa entregó voluntariamente el terreno el 3 de marzo de 2016.
“A pesar de la contundencia expresada por la jueza, y de que la cuestión ha sido investigada rigurosamente”, los servicios jurídicos del Ayuntamiento han conocido que este segundo auto ha sido apelado en la Audiencia Provincial, “por lo que habrá que permanecer a la espera del pronunciamiento de esa instancia judicial”, se apostilla.
Continúa de este modo un procedimiento que, según lamentó ya en su momento el primer edil de Sí se puede Puerto Real, “lo único que consigue es hacernos perder el tiempo, malgastando recursos públicos humanos y materiales que deben estar al servicio de la gente y no de los intereses de un grupo”.
“EL TIEMPO DEL PA YA HA TERMINADO”
Sí se puede Puerto Real se felicita por el nuevo pronunciamiento del juzgado y no duda de que el objetivo del PA “está claro”: “su causa con el asunto de los aceites usados no va demasiado bien y quiere que parezca que nosotros somos iguales que ellos. En su habitual práctica de manipular a la opinión pública para su beneficio, cree que la ciudadanía no distingue entre unos y otros; pero no hay nada más despótico y vejatorio que impedir que las personas piensen por sí mismas”.
La agrupación de electores promovida por Podemos añade que los andalucistas se equivocan, “y además de forma insistente: ha apelado a la Audiencia Provincial, a ver si suena la flauta y, por casualidad, este asunto les reporta algún titular jugoso. ¿No sería mejor intentarlo por la vía política? ¿No sería más beneficioso para la ciudadanía que presentaran propuestas y que ayudaran al desarrollo de Puerto Real que con tanto esfuerzo estamos intentando?”.
“Lamentamos que se utilicen los órganos judiciales como sustitutos de la capacidad de diálogo y empatía que requiere la política. Ese mezquino uso de los tribunales son parte de la causa de que la ciudadanía de a pie no cuente con una justicia ágil cuando realmente la necesita. Así que ni hacen política, ni dejan hacer justicia”, se lamenta.
De este modo, esta formación entiende que “el tiempo del PA ya ha terminado, y son éstos los últimos estertores de su estilo afectado, de mostrarnos el Gobierno local como un trono y no como lo que es, un lugar desde donde trabajar y servir; de vender el cumplimiento de la responsabilidad como una dádiva y, en resumen, del denigrante manoseo de la dignidad de puertorrealeños al que nos sometieron”.
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