La delegación territorial de Educación ha adjudicado los trabajos de retirada de las placas de fibrocemento del porche y del techo del cobertizo del colegio Reggio de Puerto Real, centro cuya comunidad se ha movilizado exigiendo la eliminación de todos los techos de uralita, no sólo de estos donde se detectó contaminación por amianto. Se añade que de aquí a como máximo 2022 se irá retirando el resto del material cancerígeno. Con todo, la Junta apostilla que “estas medidas no se llevan a cabo porque sea nocivo para la salud por su simple existencia, sino para eliminar cualquier inquietud entre los padres”.
La delegación territorial de Educación de la Junta de Andalucía, a través de la Agencia Pública Andaluza de Educación, ha adjudicado los trabajos de retirada de las placas de fibrocemento del porche y del techo del cobertizo del colegio Reggio de Puerto Real, centro escolar cuya comunidad se ha movilizado en los últimos meses exigiendo la eliminación de todos los techos de uralita, no sólo de estos donde se detectó contaminación por amianto, material cancerígeno prohibido desde hace años.
La empresa encargada de realizar las actuaciones es GC Ingeniería y Obra Civil y comenzará tan pronto como tenga los permisos oportunos. No se informa del coste de la actuación, comprometida semanas atrás por el delegado territorial Juan Luis Belizón, ante las protestas de padres, profesores y alumnos.
Desde la Junta se remarca en un comunicado remitido a DIARIO Bahía de Cádiz que con esta adjudicación, “la delegación está cumpliendo con la hoja de ruta marcada, y en esa ruta la primera escala era eliminar las placas del porche y del cobertizo”. A esto hay que sumarle el anuncio de la consejería de Educación, que, ante la presión de las movilizaciones, ha puesto en marcha un programa para la retirada del amianto en los centros educativos de toda la región pero sin prisas… se ejecutará hasta 2022, “adelantándose así al plazo estipulado por Europa para la puesta en marcha de planes nacionales, en 2028”.
Otras de las medidas anunciadas por la delegación territorial de Educación tras el informe de la Unidad de Prevención de Riesgos Laborales realizado como consecuencia del requerimiento de la Inspección de Trabajo, y que siguen su curso, es la ejecución de nuevas mediciones ambientales en diversos puntos del colegio puertorrealeño y conforme a la normativa vigente con el fin de seguir testando la situación de las cubiertas de uralita “con criterios técnicos y objetivos”; así como el envío de un requerimiento al Ayuntamiento para que proceda al mantenimiento y a la conservación de los techos “de manera adecuada”. En este punto se incide en que el Reggio “es de titularidad municipal y, por tanto, las competencias en seguridad, conservación y mantenimiento del citado centro son exclusivas del Consistorio”. Las obras de mayor entidad, como las de la retirada de los techos, son, sin embargo, de competencia de la administración regional.
“Estas medidas no se llevan a cabo porque el amianto sea nocivo para la salud por su simple existencia, pues hay una basta literatura científica al respecto que así lo demuestra, sino para eliminar cualquier duda o inquietud entre los padres y las madres de los niños que estén en colegios donde se encuentre este material”, repiten fuentes de la Junta.
La comunidad educativa del CEIP Reggio, junto con sindicatos como Ustea y CGT o el mismo Consistorio, ha luchado en el tramo final del pasado curso reivindicando la sustitución “inmediata”, durante este mismo verano, de todas las techumbres de amianto, por tener el complejo más de 50 años, y siendo la vida útil de dicho material de entre 30 y 40 años. El Gobierno andaluz, desde el principio, ha admitido que no lo hará con esta premura.
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