“Es posible compatibilizar el desarrollo de instalaciones generadoras de energía limpia con el respeto y la recuperación de nuestra historia y tesoros arqueológicos aún por descubrir”. Lo afirman desde el Ayuntamiento de Puerto Real, poniendo como ejemplo la reciente intervención en la finca de Miramundo.
En este punto del término municipal, que en su totalidad ocupa unas 140 hectáreas, está prevista la construcción de una planta fotovoltaica de 50 MW. La actuación preventiva ha usado georadar para localizar los edificios y evitar afectarlos.
Y precisamente esta iniciativa empresarial ha permitido localizar y por tanto proteger un edificio rural del siglo I. Al respecto, el concejal de Urbanismo, Antonio Villalpando, explica que “existía un gran espacio catalogado en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOE) y el Sistema de Información del Patrimonio Histórico de Andalucía (SIPHA) por existencia de restos en superficie, por lo que instamos a la empresa OPD Energy a que no proyectara el diseño final de la instalación fotovoltaica hasta que no se conociera con exactitud la ubicación de los elementos arqueológicos”.
A continuación, fue el propio Ayuntamiento quien expuso la existencia del georadar, tras lo cual la empresa se interesó por contactar con el equipo de la Universidad de Cádiz liderado por el también puertorrealeño Lázaro Lagóstena, para que se encargara, con el instrumental especializado del que disponen, de realizar tomografía del subsuelo en el polígono con cautela arqueológica.
Así, la firma que levantará dicha planta fotovoltaica ha podido eludir ese espacio en el proyecto final, “sin comprometer ni la inversión en la generación de energía respetuosa con el medio ambiente ni por supuesto los hallazgos arqueológicos”, resaltan desde el Consistorio en un comunicado remitido a DIARIO Bahía de Cádiz.
Una vez terminados los trabajos del equipo de la UCA, este procedimiento ha sido “más que satisfactorio”: la construcción rural romana hallada bajo el suelo de Miramundo tiene más de 1.000 metros cuadrados y gran valor histórico. La inversión de OPD Energy y la implicación del área municipal de Urbanismo “ha logrado su protección y permite desarrollar el parque fotovoltaico”.
El concejal responsable, de Equo, defiende que “proteger el patrimonio arqueológico y el desarrollo de proyectos es perfectamente compatible si la administración quiere y se hace con previsión. La clave del caso de Miramundo ha sido la previsión del Ayuntamiento, la existencia del SIPHA y la implicación de la empresa”.