El CEIP Río San Pedro, de Puerto Real, lleva años arrastrando un grave problema relacionado con la deficiente instalación eléctrica, por lo que profesorado y alumnado sufren constantes cortes de luz e incluso conatos de incendio por sobrecalentamiento. Una instalación “ya insuficiente” desde la inauguración del centro hace 35 años.
La situación, sin embargo, ha sido especialmente dura este invierno, relatan desde Ustea en un comunicado remitido a DIARIO Bahía de Cádiz. Durante la ola de frío tras las navidades han tenido que dar clases incluso a 9 grados de temperatura y con mantas, ante la imposibilidad de encender los calefactores. Una situación “todavía más insostenible” teniendo en cuenta la obligatoriedad de mantener las ventanas abiertas para ventilar las aulas frente a la pandemia del coronavirus.
El AMPA de este centro de primaria lleva años demandando una adecuación la instalación, y se está movilizando en las últimas semanas “cansada de falsas promesas” por parte de la Junta de Andalucía.
En noviembre de 2019, por ejemplo, la delegación territorial de Educación aseguraba que había reservado 70.000 euros para modernizar esa instalación eléctrica de los años 80 del siglo pasado, aunque añadía que “no es de su competencia”. No hubo novedades más allá de ese anuncio.
Y hace prácticamente un mes, la alcaldesa, Elena Amaya, y su concejala de Educación, Victoria Pérez, abordaban al delegado territorial de Educación, Miguel Andreu, en una visita que realizaba para presumir de inversiones en el colegio de Casines.
En el transcurso del encuentro, las representantes municipales tuvieron la oportunidad de preguntar al responsable autonómico sobre las fechas previstas para renovar la instalación eléctrica del colegio del Río. “Cualquier fecha es ya tarde” subrayaba la primera edil socialista, y Pérez decía haber conocido que “antes de Semana Santa podrían comenzar las obras”, una vez se remate el proyecto de electrificación por segunda vez.
“Desde la visita del delegado a principios de febrero no tenemos constancia de ningún avance en el proyecto, y por eso insistimos en que no puede demorarse más el arreglo de esta situación de riesgo para la plantilla y el alumnado”, lamentaba el concejal de Urbanismo, Carlos Salguero, hace apenas unos días.
Por su lado, Ustea Cádiz también se une públicamente a las reivindicaciones del colegio y de los vecinos de este barrio “para que cuanto antes empiecen las obras de renovación de la instalación eléctrica del centro”. Tanto el alumnado como el profesorado y toda la comunidad educativa “tienen derecho a ejercer su actividad en unas condiciones dignas”.
“Hacemos un llamamiento a la delegación territorial y a la consejería de Educación para que las obras empiecen cuanto antes y no se siga demorando la solución a los graves problemas que sufre este centro educativo”, subraya este sindicato.