La alcaldesa de Puerto Real, Elena Amaya, ha anunciado este lunes su decisión de ponerse en cuarentena voluntaria después de que en los últimos días haya mantenido contacto con el entorno de una persona de fuera de la localidad que ha dado positivo en el test de coronavirus.
En el comunicado remitido a DIARIO Bahía de Cádiz, la primera edil socialista aclara que se encuentra bien de salud, totalmente asintomática y capacitada para realizar sus funciones como alcaldesa, “aunque eso sí, de forma remota desde su domicilio”.
De hecho, en la misma mañana del lunes asistía de forma telemática a una reunión celebrada en la Casa Consistorial entre el equipo de Gobierno y técnicos de las áreas municipales implicadas en las decisiones que se están adoptando en la Villa ante la crisis del coronavirus.
Amaya incide en que no ha tenido contacto directo con la persona contagiada pero sí con su entorno, por lo que por responsabilidad adopta esta decisión. Asegura que seguirá los protocolos médicos, e insiste en que se encuentra “sana, fuerte y capacitada para seguir realizando su trabajo”.
La propia alcaldesa trasladaba días atrás un mensaje de tranquilidad a la ciudadanía puertorrealeña, rogando “comprensión y colaboración” ante la situación creada por el coronavirus, una vez adoptadas las primeras medidas por el Consistorio, en línea con las adoptadas por la mayoría de ayuntamientos del entorno: el cierre de instalaciones municipales (teatro, pabellones, biblioteca…); la cancelación de las actividades socioculturales municipales; el cierre de parques; la suspensión de mercadillos… todo ello con idea de frenar la expansión del virus. Además, una vez decretado el estado de alarma por parte del Gobierno central, la circulación y estancia en las calles está muy limitada.