Un puñado de familias sin vivienda ha ocupado un edificio de Puerto Real que lleva años deshabitado, según informan desde la Corrala autodenominada Artículo 47. Se trata de personas atendidas por los Servicios Sociales, en paro, y algunas han sufrido ya algún desahucio. En parte provienen de la ocupación de otro bloque, en Casines, que ante la amenaza de un inminente desalojo han optado por abandonar. “Entre irnos con nuestros hijos a la calle y ocupar un edificio vacío, cualquier madre y padre haría lo mismo”, subrayan.
Varias familias sin vivienda ha ocupado un edificio de Puerto Real que lleva años deshabitado, según informan desde la Corrala autodenominada Artículo 47. Se trata de personas atendidas por los Servicios Sociales, en paro, y algunas han sufrido ya algún desahucio.
Algunas provienen de la ocupación de otro bloque, en la barriada de Casines, cuyo desalojo está previsto esta misma semana. “Ni siquiera hemos solicitado su aplazamiento pues una vez dentro supimos de personas que habían puesto un dinero desde hace mucho tiempo para la compra de algunas de las viviendas del edificio aunque todavía no tenían las llaves. De haberlo sabido no nos hubiéramos metido ahí. Aunque tengamos que enfrentar un nuevo proceso judicial preferimos ocupar otro edificio donde no perjudiquemos a nadie: ojalá esas personas puedan disfrutar pronto de sus viviendas o recuperar el dinero, tienen todo nuestro apoyo”, se señala en el comunicado remitido a DIARIO Bahía de Cádiz.
La Corrala Artículo 47 añade que todavía no ha podido comprobar la titularidad de las viviendas del edificio que ahora ocupa en la carretera de la Circunvalación S/N; sí sabe que no se trata de la promotora que aparece en el cartel de alquiler, cuyos números de teléfono además no dan señales de vida. “Nuestro objetivo no es ir encadenando un desahucio tras otro, estamos en este edificio por necesidad y queremos soluciones”, se remarca.
“Las viviendas sociales son totalmente insuficientes para todas las personas que lo necesitan y la lista de espera es demasiado larga”, se quejan, al tiempo que “salta a la vista que hay demasiadas casas vacías desde hace años en manos de bancos y promotoras”. “No nos dejan alternativa: entre irnos con nuestros hijos a la calle y ocupar un edificio deshabitado desde hace años cualquier madre y padre haría lo mismo”.
Por otro lado, estas familias quieren tranquilizar al vecindario: “mientras estemos aquí cuidaremos del edificio, y las viviendas serán tan limpias y seguras como si fueran nuestras propias casas, porque de hecho no tenemos otras”.
El nombre de la Corrala, Artículo 47, hace referencia a esa parte de la Constitución española que dice “que todas las personas tienen derecho a una vivienda digna, y que los poderes públicos tienen que garantizar este derecho impidiendo la especulación en aras del interés general”. “No tiene sentido que haya gente sin trabajo para poder pagar un alquiler normal mientras los bancos mantienen año tras año viviendas vacías a la vez que aumentan sus beneficios. Queremos negociar con los bancos un alquiler social para poder vivir con dignidad, y exigimos a todas las administraciones que cumplan con su deber de apoyarnos en esta tarea”, sentencian estas familias.
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