Equo Puerto Real también ha recibido “con desazón” la información sobre el desguace en Turquía del portaviones Príncipe de Asturias, un trabajo que se calcula puede generar un millón de horas de trabajo. Al igual que expresaban desde el PSOE gaditano hace unos días –que pedirá explicaciones al respecto en el Congreso de los Diputados al Ministerio de Defensa-, entiende que esta faena debería haberse acometido en los astilleros de la Bahía de Cádiz.
La UTE Surus Inversa y Leyal Deltas se hizo con este emblemático barco de guerra, como chatarra, en una subasta pública. Ha abonado 2,7 millones por él, una vez vaciado de todos sus componentes militares y de propulsión. Será desguazado en el puerto turco de Aliaga. En el momento de su construcción supuso una revolución en el desarrollo de este tipo de portaviones de porte reducido y hasta 2008, en el que se botó el LHD Juan Carlos I, fue el buque de mayores dimensiones de la Armada española.
El portavoz de Equo en el Ayuntamiento puertorrealeño y concejal de Urbanismo, Antonio Villalpando, reflexiona que es “una mala noticia para la Bahía”. Y recuerda que “desde hace años animamos a Navantia a explorar la línea de negocio del reciclaje ecológico de buques, como vía para diversificar la actividad de la empresa, aumentando así su potencial de generación de empleo tanto en la propia Navantia como en la industria auxiliar”. De hecho, el partido verde llevó una moción al respecto en noviembre de 2014 que fue aprobada por mayoría en el pleno en la Villa.
“Se trata de un mercado con futuro. Actualmente la mayor parte del reciclado de buques se realiza en países en desarrollo y como norma general en unas condiciones deplorables, pero en los últimos tiempos se está produciendo un cambio de la legislación y la opinión pública, exigiendo un correcto desmantelamiento de los buques después de su vida útil”, apunta Villalpando. Este escenario, agrega, “abre la posibilidad de que los astilleros de países industrializados puedan entrar en este mercado. De esta forma, se completaría la actividad de la construcción naval con una deconstrucción de buques del todo necesaria y sostenible”.
Una actividad que en primera instancia podría generar reservas, “pero los posibles riesgos que pueda conllevar para la salud y el medio ambiente son perfectamente controlables si se realiza con todos los requerimientos ambientales. No sólo es necesario un riguroso estudio de impacto ambiental, especialmente necesario para unas instalaciones ubicadas en el entorno del Parque Natural de la Bahía de Cádiz, sino que para cada buque a reciclar es obligatorio redactar un plan específico de reciclaje, que tenga en cuenta las características del buque, las materias peligrosas que contenga, la situación a bordo de las mismas, etc.”.
“UN MERCADO CASI VIRGEN”
Por su parte, la edil de Medio Ambiente, María Merello, expone en una nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz que “el reciclaje de buques requiere dos tipos de mano de obra claramente diferenciada”. Por una parte, un grupo muy reducido de gestores/organizadores, con amplios conocimientos en tecnología naval y gestión de residuos, “con los que Navantia ya cuenta”, y por otra un grupo muy numeroso de trabajadores menos cualificados, que tras recibir formación específica en cada una de las tareas de reciclaje se ocuparían de las tareas de achique, desmontaje, separación de residuos, limpieza y oxicorte. “Este segundo grupo es el que concentra el mayor potencial de generación de empleo”.
“El reciclado de buques, si se hace bien y no como hasta ahora donde se desguazan en playas de países en desarrollo o sin las debidas cautelas ambientales, como sucederá en Turquía con el portaviones de la Armada española, es una buena línea de negocio en la que creemos que Navantia debería entrar. La empresa cuenta con amplia experiencia en la gestión de residuos de buques procedentes de las reparaciones que se llevan a cabo en el astillero de Cádiz. Por tanto, hablamos de una actividad que no le resultaría ajena en absoluto”, insiste esta concejala verde en Puerto Real.
Hoy día, la capacidad de desguace de buques en instalaciones europeas es “muy reducida” (unas 350.000 LDT/año) y está repartida entre Bélgica, Italia, Noruega, Dinamarca y en general, destinada a desguazar buques de menor tamaño. Equo no duda de que se trata de “una oportunidad real de hacerse con un mercado casi virgen”.
Para terminar, esta formación manifiesta que “en este caso está ocurriendo lo mismo que con la energía eólica marina, nos llevamos más de una década proponiéndolo para Navantia y ya por fin se está trabajando en ello. Pero es mucha carga de trabajo la que se ha perdido hasta que los responsables de la empresa (pública) han reaccionado. La Bahía no está para perder más trenes”.