La Asociación por la Recuperación de la Memoria Histórica Social y Política de Puerto Real formalizaba días atrás en un emotivo acto en el cementerio municipal la entrega a las familias de los cuerpos de Juan Díaz Menacho y Pedro Cumplido Casas, represaliados por el franquismo que fueron recuperados de la fosa común del camposanto.
Se ha podido identificar los restos a partir de análisis por medio de ADN, donado en un caso por Juan Díaz Betanzos (hijo de Díaz Menacho) y de Josefa Cumplido Albiach (hija de Cumplido Casas). Estos estudios fueron elaborados por el Departamento de Medicina Legal, Toxicología y Antropología Física de la Universidad de Granada.
Según relata la entidad memorialista local en un comunicado remitido a DIARIO Bahía de Cádiz, el acto empezó con el traslado de los cuerpos que portaban Paco Aragón y Antonio Molins (miembros de la propia asociación), seguidos de los familiares y el resto de los asistentes “en un número no mayor de 25 respetando las normas actuales de pandemia”, desde el tanatorio hasta el monolito donde se desarrolló la ceremonia.
Se leyó un comunicado y se procedió a la firma del documento de entrega de la asociación a los familiares, la entrega del estudio arqueo-antropológico y efectos personales por parte del equipo técnico de la exhumación. Finalmente, se procedió al entierro en los nichos familiares “dentro de una profunda emoción entre los asistentes”.
Juan Díaz Menacho nació en Algar en 1895 y en el momento de su asesinato (el 13 de agosto de 1936) tenía 41 años de edad, y vivía en la Dehesa de los Arquillos. Estaba casado con Manuela Betanzos Pérez y tenía siete hijos: Manuel, Isabel, María, José, Luisa, Rosario y Juan, que vive actualmente y cuenta con 88 años. No se le conoce afiliación política ni sindical.
Por su lado, Pedro Cumplido Casas nación en Puerto Real en 1904, y en el momento de su asesinato tenía 32 años de edad. Vivía en la calle Lerdo de Tejada, estaba casado con Dolores Albiach Moreno y tenía dos hijos, Pedro y Josefa, que vive actualmente y cuenta con 89 años de edad. De profesión carpintero, fue anarquista y vicepresidente del Sindicato Metalúrgico adherido a la CNT.
“AQUÍ NO HUBO GUERRA, SÓLO REPRESIÓN”
“Recordamos a dos personas que fueron vilmente asesinadas en 1936 por el régimen fascista, y que dieron su vida por un mundo mejor, como tantos hombres y mujeres de nuestro pueblo y cuyo comportamiento ejemplar en la defensa de sus derechos les llevó a la muerte”, subraya el comunicado leído por la Asociación por la Recuperación de la Memoria Histórica Social y Política de Puerto Real, que ha promovido los trabajos de exhumación, en marcha desde 2014: se localizaron 185 cuerpos, y entre ellos se encontraron “episodios violentos” en 152 de ellos (la mayoría por debajo de 30 años, en incluso nueve casos de menores de edad).
Desde esta entidad se insiste en “no olvidar lo que pasó en nuestro pueblo, aquí no hubo guerra, solo represión, represión por parte de esta jauría de criminales fascistas. Queremos recordar a quienes perdieron su libertad, al padecer prisión, trabajos forzosos o internamientos en campos de concentración dentro o fuera de nuestras fronteras. También a quienes perdieron su tierra de nacimiento al ser empujados a un largo, desgarrador e irreversible exilio. Y a todos los que sufrieron represión durante la dictadura franquista”. Un recuerdo que se hace extensivo para aquellas personas que “han fallecido y que no lograron saber dónde estaban sus familiares”.