La empresa Bird Rides, “líder de la micromovilidad con presencia en más de 350 ciudades a nivel mundial”, tiene en marcha en Puerto Real desde hace unos días un servicio de alquiler de patinetes eléctricos como prueba piloto (en principio por seis meses, prorrogables otros seis), acordado con el Ayuntamiento que lo vende como una segunda fase de su proyecto Pronto Movilidad, que meses atrás también sembró la localidad de motos eléctricas (entonces como iniciativa cien por cien pública), comprobándose según la alcaldesa Elena Amaya que “existe la necesidad y la oportunidad para dar un servicio de movilidad compartida”. A colación, Equo ya ha demandado al Consistorio que trabaje para que estos servicios de movilidad “no fomenten el sedentarismo”.
Durante esta prueba piloto del servicio de patinetes, el compromiso del Gobierno local de PSOE y AxSí es el de aprobar una nueva ordenanza de movilidad “que regule definitivamente esta nueva forma de moverse por la ciudad y que, de seguir teniendo el interés de la iniciativa privada, podrá licitarse su operación para convertirse en un servicio pleno para la ciudadanía de Puerto Real”. Amaya entiende que este tipo de servicio “no tiene por qué ser exclusivo de las grandes ciudades y apostamos por ello, siempre prestándolo de la forma más sostenible para el municipio”.
En cuanto al desarrollo de esta prueba de movilidad sostenible, la primera edil socialista resalta que “somos conscientes de que este tipo de movilidad tiene que darse en condiciones de seguridad y civismo. Para ello, hemos estudiado las experiencias de otras ciudades y hemos establecido unas condiciones al servicio”
Entre esas condiciones está el que los viajes siempre tendrán una parada de origen y otra de destino. “De esta forma evitamos que este tipo de vehículos inunden la vía pública dificultando la convivencia con el resto del tráfico, especialmente, con el peatón”. Para ello, en coordinación con Policía Local, se han desplegado casi 50 paradas a lo largo de la ciudad, para albergar el centenar de patinetes que la empresa ha traído a la Villa.
Igualmente, dentro de la configuración del servicio, se prohíbe circular por calles peatonales. Así, la plataforma viene provista de un sistema que detecta las calles donde previamente se ha establecido la prohibición de circulación, por lo que si un patinete se adentra en una calle prohibida, éste se detiene gradualmente. Igualmente el sistema también detecta las calles de tráfico calmado, y se auto limita a una velocidad máxima de 15 km/hora. Más adelante, se asegura, se irán incorporando otras medidas, como por ejemplo, aquellas dirigidas a dificultar que una persona puede hacer uso del patinete bajo los efectos del alcohol o drogas.
Para acceder a estos patinetes en alquiler hay que descargarse una App en el móvil y abonar un euro para el desbloqueo del vehículo, así como 0,15 euros por minuto. Y habrá bonos descuentos para quienes usen el servicio de forma recurrente.
Por otro lado, la alcaldesa ha avanzado estos días que “por los ofrecimientos que estamos recibiendo, posiblemente también podamos ofrecer el servicio de bicicleta eléctrica en un futuro próximo”.
EQUO APUESTA POR CENTRAR LOS ESFUERZOS EN FOMENTAR UNA MOVILIDAD “MÁS SALUDABLE”
“Aunque un estudio realizado en EEUU plantea dudas sobre el bajo impacto ambiental de los patinetes eléctricos, nos parece más interesante que la ciudadanía se mueva en patinete antes que en coche. Pero lo que está claro es que se deben aplicar políticas de movilidad integrales y que incluyan medidas de disuasión del uso del coche, para evitar que las personas que usen el patinete sean aquellas que antes iban andando, y que apenas haya una reducción del uso del automóvil”, ha apuntado a su vez desde Verdes Equo a la hora de valorar esta iniciativa privada bajo el paraguas municipal. “Preferimos que se fomente la movilidad activa. Es decir, caminar e ir en bici”, se subraya.
Haciendo hincapié en este asunto, el exconcejal y secretario local de la formación verde, Iván Canca, afirma que “datos publicados de la ciudad de Barcelona indican que sólo uno de cada diez usuarios de patinetes provenía del coche y las motos. De ahí la necesidad de aplicar medidas encaminadas a reducir el uso del coche”. “Desgraciadamente el actual Gobierno local ha demostrado no estar dispuesto a aplicar ninguna medida en este sentido. Y así las políticas de movilidad están abocadas al fracaso pues no van a generar cambios significativos en los patrones de movilidad actuales de la ciudadanía”, sospecha en el comunicado remitido a DIARIO Bahía de Cádiz.
A colación, se señala la iniciativa previa de motos eléctricas de alquiler, incidiendo en que “existe una diferencia importante. En el caso de los patinetes el servicio se va a prestar por una empresa por su cuenta y riesgo. Mientras que en el caso de las motos si el servicio era deficitario el gasto se asumía desde lo público y por tanto pagado por la ciudadanía.”
Por su lado, la concejala de Equo, Vanessa Huerta, añade una reflexión sobre la cuestión de los accidentes: “me parece positivo el tema de que se desactiven al entrar en calle peatonal. Pero esto no incluye las aceras. Hay que tener en cuenta que el número de accidentes en los que hay implicados patinetes están aumentando de forma notable en los últimos tiempos, consecuencia lógica del aumento de su uso”.
“Para una circulación cómoda y segura de patinetes -concluye Canca- es interesante la existencia de carriles bici. Ya que permiten a los usuarios de VMP circular de manera segura sin molestar a peatones y sin exponerse a los coches. Hubiera sido ideal que con los fondos Next Generation se hubiera planteado realizar una red completa de carriles de bajo costo apostando por el urbanismo táctico, en lugar de gastar 1,6 millones en hacer 700 metros de carril bici en una sola calle. Esperemos que para futuras convocatorias tengan en cuenta nuestras propuestas”.