El Museo El Dique, en el interior del astillero de Matagorda, será reconocido este año con el Premio a la Promoción Turística Villa de Puerto Real que, desde 1996, otorga el Ayuntamiento a quienes “con su labor diaria contribuyen a divulgar y promocionar la localidad”. Se destaca como “un elemento indiscutible de identidad de nuestro territorio y uno de los pilares en los que se basa parte de nuestra historia reciente”.
El Museo El Dique, en el interior del astillero de Navantia Puerto Real, se suma este año a aquellos particulares, profesionales y colectivos que en ediciones anteriores han sido merecedores del Premio a la Promoción Turística Villa de Puerto Real que, desde 1996, otorga el Ayuntamiento a quienes “con su labor diaria contribuyen a divulgar y promocionar la localidad”.
El concejal de Turismo, Alfredo Charques, ha reconocido que tras barajarse posibles candidatos a este galardón, la decisión ha sido la de concederlo al Museo El Dique “por ser un elemento indiscutible de identidad de nuestro territorio y uno de los pilares en los que se basa parte de nuestra historia reciente”, se remarca en un comunicado remitido a DIARIO Bahía de Cádiz.
Tanto el Museo como el recinto, situados en la zona histórica de la factoría de Matagorda, están considerados como el primer destino de turismo industrial de la provincia de Cádiz y uno de los más emblemáticos y significativos de Andalucía.
El recinto del Dique de Matagorda se encuentra catalogado por el Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico en la tipología de ‘Diques’ dentro de la caracterización arquitectónica y etnológica como Bien de Interés Cultural (BIC) desde diciembre de 2002 constituyendo un conjunto de excepcional interés para el patrimonio industrial andaluz por tratarse del origen de un hito en la historia de la construcción naval en España.
Este recinto se sitúa en la península de El Trocadero, en terrenos que fueron originariamente de marisma y que hubieron de ser consolidados para su construcción. Las razones para la localización del Dique obedecían a las ventajas del abrigo frente a los vientos atlánticos, la cercanía al canal de la Bahía y la facilidad para la entrada y salida de barcos. A estas ventajas se sumaba la preexistencia de un fuerte de defensa militar en desuso, usado por la compañía Trasantlántica para almacenar carbón para su flota, siendo éste el origen de la implantación del posterior complejo industrial.
Antonio López fue el fundador del primer astillero civil de España, un santanderino que emigrado a Cuba para hacer fortuna, inicia allí sus negocios de transporte marítimo. Necesitaba un espacio donde reparar los barcos de su compañía y de esa necesidad nace la factoría de Matagorda diseñada por los ingenieros ingleses, Bell y Millar, y construida entre los años 1872 y 1878.
Una de las zonas del conjunto de más interés turístico tiene como núcleo la capilla y dos edificios anexos en torno al jardín cerrado que preside la escultura del Marqués de Comillas. Dicha capilla, de planta de cruz griega, es un ejemplo destacado de la fantasía historicista de la arquitectura de finales del siglo XIX. Aunque pretendidamente neorrománica, en ella se mezclan elementos paleocristianos y de arquitectura bizantina.
Por otro lado, la zona del castillo es un espacio ocupado por el Castillo de Matagorda que fue reutilizado por la compañía de vapores de Antonio López como depósito de carbón. En la actualidad, los restos del fuerte se reducen a la cimentación, y son visitables como parte del recorrido del conjunto contando con elementos destinados a su interpretación.
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