El portavoz municipal del PA en el Ayuntamiento de Puerto Real, Jesús Plaza, ha calificado de “fracaso” la medida, a su entender, “tomada unilateralmente” por el equipo de Gobierno “y que ha provocado un sin sentido durante la pasada Semana Santa”.
En coordinación con los propietarios de locales de restauración, el Consistorio ha cerrado al tráfico varios tramos de calles durante estos días festivos para ampliar las posibilidades de la zona más próxima al paseo marítimo, en la que en la actualidad radica un número considerable de este tipo de establecimientos. La medida se ha llevado a cabo en Semana Santa como prueba y en abril se quiere abrir un proceso participativo para decidir si se hace definitiva.
La propuesta consiste en cerrar al tráfico los tramos de Vaqueros, Ancha, La Palma y Cruz Verde que unen la calle Amargura con Ribera del Muelle, para permitir que todos los bares y restaurantes que se ubican en las mencionadas calles puedan sacar mesas a la vía pública.
Para los concejales del extinto PA se trata simplemente de una medida “que pretende justificar e imponer una peatonalización de calles sin pasar por los órganos adecuados, mientras los comerciantes llevan meses esperando que se traten puntos propuestos por ellos en el Consejo de la Ciudad y en el Mesa por la peatonalización”.
Así, el principal partido de la oposición entiende que la consecuencia de esta propuesta piloto “es el aumento del tráfico que ha padecido la calle Amargura durante toda la semana”. “Quien entraba por Soledad tenía que llegar hasta la calle Sagasta para volver al paseo marítimo, creando un caos circulatorio y un aumento muy importante de vehículos por una calle que no está preparada ni reúne las condiciones para aumentar de esa forma la intensidad circulatoria”, se lamenta.
“Muchos vecinos de la zona se han quejado de la ineficacia de estas peatonalización que en lugar de disipar el uso de los vehículos ha conllevado un aumento de los mismos en la calle Amargura, generando inseguridad, ruido y emisiones de gases contaminantes a la atmosfera porque los coches ahora deben hacer un recorrido más largo, todo lo contrario de lo que se supone que debe perseguir una peatonalización en un casco histórico”, expone Jesús Plaza en una nota remitida DIARIO Bahía de Cádiz.
Del mismo modo, los andalucistas no entienden cómo para una medida provisional “se han puesto señales verticales con el consiguiente coste que ello genera de materiales y mano de obra, algunas de ellas incluso colocadas en el sentido contrario a la circulación”.
“No hemos querido hablar de esta decisión unilateral del equipo de Gobierno hasta poder analizar a posteriori los beneficios que pudiera provocar en los comercios locales pero hemos comprobado que apenas se han colocado mesas, solo en alguna calle, algún día señalado y en algún horario muy concreto. Esto nos hace interpretar que la medida no ha contado con la participación de los comerciantes ni de los vecinos de la localidad”, insiste Plaza, que continua asegurando que “lo que debería de hacer el bipartito es convocar de una vez la mesa por la peatonalización –aprobada en pleno en abril de 2016- y el Consejo de la Ciudad para tratar este asunto y que sean los comerciantes y la sociedad local la que pueda exponer su opinión y valorar las medidas”.