En un escrito dirigido a la alcaldesa y todos los partidos, la entidad se pone a disposición del Ayuntamiento para trabajar en la eliminación de elementos presentes aún en la ciudad que constituyan honores y distinciones a personajes relacionados con el golpe de Estado y la dictadura, en cumplimiento de la Ley de Memoria Democrática.
El Ateneo Republicano de Puerto Real ha registrado en el Ayuntamiento un escrito dirigido a la alcaldesa, Elena Amaya, con copia a todos los grupos municipales, en el que se pone a disposición de la administración local para la tarea de detectar y colaborar en la eliminación de elementos que constituyan honores y distinciones a quienes dirigieron la represión fascista tras el golpe de Estado de 1936, en cumplimiento de la Ley de Memoria Democrática recientemente aprobada.
En dicho documento, firmado por la presidenta del Ateneo, Lola Sanisidro, se evidencia de la existencia de algunos elementos del callejero de la Villa que contravienen la citada ley.
“Tenemos el convencimiento que está en su disposición moral e institucional el cumplimiento de la ley y el honor a la memoria de las víctimas del franquismo así como la retirada de honores y distinciones a los verdugos, como lo han estado siempre este pueblo y sus instituciones democráticas. Es por lo que nos dirigimos a usted para que proceda desde este sentir común a detectar y eliminar cualquier residuo que deshonre la memoria democrática de Puerto Real”, subraya el Ateneo Republicano en el escrito al que ha tenido acceso DIARIO Bahía de Cádiz.
Esta entidad cita en concreto uno de los artículos de la renovada ley memorialista estatal en la que literalmente apunta que “se consideran elementos contrarios a la memoria democrática las edificaciones, placas y cualesquiera otros elementos u objetos adosados a edificios públicos o situados en la vía pública en los que se realicen menciones conmemorativas en exaltación, personal o colectiva, de la sublevación militar y de la dictadura, de sus dirigentes, etc.”.
Asimismo, la ley añade que “las administraciones públicas, en el ejercicio de sus competencias y territorio, adoptarán las medidas oportunas para la retirada de dichos elementos.”, precisando que, “cuando estén ubicados en edificios de carácter privado, pero con proyección a un espacio o uso público, las personas o instituciones titulares o propietarias de los mismos deberán retirarlos o eliminarlos”.
DOS EJEMPLOS
En el mismo escrito, el Ateneo expone algunos casos en la localidad en la que habría que actuar. Por ejemplo, en la calle Santo Domingo, 49, existe una placa, colocada en 1952 por el Ayuntamiento “del régimen ilegal”, en la que se recuerda y exalta la figura de Juan Cervera Valderrama, destacado militar del ejército golpista sublevado contra el legítimo y legal Gobierno de la II República. En la misma, además, se hace mención al mismo como hijo adoptivo de la Villa.
“Se da el caso -se añade- que, por su destacada participación en el bando golpista (fue el Jefe del Alto Estado Mayor de la Armada cuando la flota del ejército rebelde bombardeó la carretera de la muerte que discurría paralela a la costa mediterránea andaluza), a su fallecimiento, y en su honor, Franco creó el Marquesado de Casa Cervera, título que recayó en su hijo primogénito y, sucesivamente, en los descendientes ‘legitimados’, hasta que, precisamente, la repetida Ley de Memoria Histórica lo suprime.
Igualmente, en la calle Rosario, junto a la esquina con la calle Teresa de Calcuta, en la fachada exterior de lo que fue el campo de fútbol, existe otra placa en la que se destaca el nombre de Sancho Dávila, que daba denominación al desaparecido campo de deportes.
En este punto, el Ateneo recuerda que Sancho Dávila y Fernández de Celis fue jefe territorial de Andalucía de Falange Española durante la Guerra Civil y primeros años de la dictadura, y, como tal, “el máximo responsable de los miles de asesinatos que los paramilitares de su organización fascista llevaron a cabo en Andalucía”. También fue nombrado delegado nacional de la organización juvenil, y, posteriormente, al crearse el Frente de Juventudes de FET y de las JONS, su primer jefe nacional.
“Es evidente que las placas mentadas, al igual que el nombramiento honorífico concedido por el Ayuntamiento a Juan Cervera Valderrama, son elementos y actos contrarios a la memoria democrática”, por lo que, de conformidad con la ley, esta entidad insta a la socialista Elena Amaya a que el Consistorio acuerde adoptar las medidas oportunas conducentes a su retirada.