La plantilla de Navantia Puerto Real ha decidido retomar las movilizaciones para mostrar su preocupación ante la falta de faena propia del astillero, que hoy día sólo tiene confirmada la construcción del prometido BAM-IS para la Armada española, aunque todavía quedan meses para comenzar a cortar chapa para este buque militar. Este mismo lunes han llevado a cabo una primera concentración junto a la autovía anexa al centro de trabajo, sin llegar a cortar el tráfico.
Hoy día, en Matagorda hay actividad por las reparaciones que derivan desde el astillero de Cádiz y al colaborar con la construcción de las polémicas corbetas para Arabia Saudí que se ejecutan en Navantia San Fernando. El personal de ingeniería trabaja en algunos proyectos “por si pudieran salir”, y el resto se dedica las labores de mantenimiento de la factoría.
El comité de empresa -que en las últimas semanas se ha estado reuniendo con diferentes partidos- promueve estas nuevas movilizaciones tras un encuentro con el presidente de Navantia y conocer directamente que “no habrá carga de trabajo hasta inicios de 2023”. A lo que se suma que este astillero lleva ya sin cortar chapa “desde septiembre de 2020”.
Además, afirman los representantes de los trabajadores, “la nueva organización que propone la dirección, de forma unilateral, no da confianza a la plantilla de obtención de nuevos contratos, ya sean de eólica marina y construcción naval civil o militar, a pesar de la necesidad del mercado de buques gaseros o el dinero que está asignando la UE a los buques de hidrógeno o a las energías renovables”.
Con las nuevas protestas, se busca que la empresa pública naval tenga en cuenta la preocupante situación de Matagorda “a la hora de diseñar la nueva estrategia de Navantia, a fin de que se alinee con las necesidades de trabajo de la zona, incluyendo tanto a la plantilla propia como a las empresas auxiliares”.
Mientras, desde la empresa estatal se le confiaba a la alcaldesa puertorrealeña, Elena Amaya, en una pasada reunión en diciembre, que se trabaja en atraer a Matagorda proyectos relacionados con el desarrollo sostenible (energías verdes, y en particular la energía eólica marina). Aunque poco más se ha sabido de aquello.
LA ALCALDESA PIDE “CARGA DE TRABAJO ESTABLE”
A raíz de estas nuevas movilizaciones, la alcaldesa de Puerto Real ha demandado que “se haga hasta lo imposible” para intentar conseguir que este astillero, el mayor de la provincia, tenga “carga de trabajo estable”.
“Me consta que desde el Gobierno central se trabaja para que haya carga de trabajo, que la empresa está dando pasos hacia nuevas vías de negocio, pero me posiciono en el lugar de la plantilla; lo que queremos es trabajo también para el presente, de forma mantenida en el tiempo”, afirma la primera edil socialista en una nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz.
Elena Amaya incide en que los trabajadores piden “que haya actividad ahora” sin esperar a finales de año o principios de 2023, “y en eso tienen todo nuestro apoyo”. Así, la parte sindical presenta como una salida optar por la construcción de barcos gaseros, dada la saturación de los astilleros asiáticos, sin capacidad para sacar más de los previstos hasta 2025: “podría ser interesante indagar esta opción”, apunta. Igualmente considera que habría que explorar la vía para crear buques de transporte de hidrógeno; e intentar conseguir faena a la hora de construir las infraestructuras necesarias para poner en marcha futuros parques eólicos marinos.
Sobre la capacidad de Matagorda, resalta que “además de la inversión realizada por Navantia para la mejora y reparación de las grúas, sería interesante invertir en la línea de soldadura, ya que se trata de una maquinaria fundamental para aumentar la productividad y la calidad en la construcción naval”.