El alcalde de Puerto Real, Antonio Romero, ha mostrado su sorpresa tras su asistencia la semana pasada al I Encuentro Internacional Conocimiento y Crecimiento Azul (InnovAzul 2018) celebrado en la capital gaditana, liderado por la Universidad de Cádiz, y lo que pudo escuchar en el acto inaugural.
La presencia del gobierno puertorrealeño en este encuentro, en la persona de su alcalde, responde a la convicción del Ejecutivo de Sí se puede y Equo “por el crecimiento y desarrollo sostenible, producción de bienes y servicios que suponga la sobredemanda de recursos naturales y su destrucción, y en concreto la llamada Economía Azul, enfocada a espacios marinos, debido a nuestra ubicación litoral”.
En el acto de apertura tomó la palabra el todavía vicepresidente de la Junta de Andalucía, Manuel Jiménez Barrios, para asegurar que “estas iniciativas forman parte de esa estrategia definitiva en la que estamos todos para transformar nuestra tierra, ahora que estamos en un mundo en el que la inteligencia artificial, la robotización, la economía circular y la transición energética forman parte, no ya del futuro, sino del presente e inevitablemente tenemos que estar en ello”.
En una nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz, Romero remarca la “contradicción” que suponen estas palabras de Jiménez Barrios “con la posición de la Junta, y también del propio PSOE”, acerca del destino que deben tener los terrenos del espacio Las Aletas, en el término municipal de Puerto Real.
Y es que mientras el Gobierno puertorrealeño y diferentes entidades defienden el proyecto LARS (Las Aletas, Alternativa Real y Sostenible), “que sí es una apuesta verdadera por la economía circular”, el PSOE (y el PP) “sigue apostando, con otro disfraz (ahora se llama Lógica en vez de Las Aletas), por el desarrollo caduco y poco sostenible que por dos veces el Tribunal Supremo les prohibió llevar a cabo”.
De hecho, esta misma semana está previsto el derribo de la antigua Casa Cuna, en terrenos de Las Aletas, “un edificio que cuesta más dinero –público- derribar que rehabilitar para su uso, que es lo que propone el proyecto LARS”, insisten desde el bipartito.
Al respecto, este lunes, con los primeros movimientos de maquinaria, el propio alcalde y otros miembros de su Ejecutivo y de colectivos, se han personado en la zona para tratar de detener este derribo (de un edificio que además no corre riesgo de derrumbe porque su estructura y cimientos están perfectos). A decir del primer edil de Sí se puede, se está estudiando con la asesoría jurídica como revertir la licencia municipal concedida a la empresa pública Tragsa, encargada de la actuación: “estamos convenidos de la lesividad que supone para el Ayuntamiento esta demolición, no sólo por los bienes culturales que existen dentro (un aljibe mozárabe, catalogado por la propia Junta) sino también por el proyecto LARS, que recoge la utilización de este espacio para una escuela taller vinculada a la regeneración de Las Aletas”.
¿Y LA FINANCIACIÓN?
Volviendo a aquel acto inaugural de InnovAzul, Antonio Romero ha considerado igualmente “inaudito” la “insistencia del vicepresidente de la Junta –en su intervención- en la disponibilidad de fondos, concretamente 16.720 millones de euros, para el Plan Andaluz de Investigación, mientras que secretaria de Estado de Ciencia, Innovación y Universidades, reiteraba el convencimiento del Gobierno y la Unión Europa en la capacidad de creación de riqueza de las empresas emergentes que ponen en marcha proyectos innovadores y tecnológicos”. Al respecto, el alcalde recuerda que el motivo de más peso mostrado por la administración regional para no asumir el proyecto alternativo para Las Aletas “fue precisamente la falta de financiación”.
“Me parece contradictorio que de manera teórica alaben el desarrollo sostenible y la economía circular como herramientas clave incluso para el futuro más próximo, y en la práctica, cuando realmente tienen sobre la mesa un proyecto de estas características, que está siendo elogiado en todos sitios, no hacen lo que predican, sino lo contrario: seguir el mismo modelo que ha demostrado favorecer a los más ricos, crear precariedad y destruir los entornos naturales”, se queja Romero.
UN PROYECTO QUE SE PONE COMO “EJEMPLO”
De hecho, Las Aletas, Alternativa Real y Sostenible, ha sido uno de los proyectos puestos como ejemplos en el reciente Congreso Nacional de Medio Ambiente (Conama 2018). A la cita asistió una representación de los colectivos que han desarrollado el mismo, para presentarlo. Un proyecto basado en un nuevo modelo productivo “en clave Bahía de Cádiz”, para poner en valor todos los recursos naturales y endógenos que la integran. Propone crear más de 30.000 puestos de trabajo en un plan diseñado hasta 2050 y dividido en sexenios.
Para empezar se propone usar los millones del “fracasado” Consorcio de Las Aletas (dinero que se supone que se traspasará a la nueva sociedad que lo sustituirá, Lógica) y en los primeros seis años ya contempla la creación de 3.000 nuevos puestos de trabajos (directos), “recuperando el conocimiento y empezando por la adquisición de competencias para el desarrollo de estos sectores productivos tradicionales de la zona que se han venido abandonando durante décadas y es la causa del deterioro del entorno y la pobreza del territorio y sus habitantes”.
El proyecto LARS se sustenta en cuatro áreas. Una medioambiental, en el que se propone, principalmente, un plan de recuperación de esteros y salinas. También el nacimiento de la escuela taller para la regeneración y recuperación de Las Aletas, que en su primera fase actúe sobre la rehabilitación de los antiguos terrenos de la Casa Cuna. El planteamiento del proyecto señala igualmente la posibilidad de crear el centro apícola marismeño La Cerería, para la producción de miel marismeña y la investigación, cría y reproducción de la abeja silvestre y el abejorro.
Además, no pasa por alto el valor del patrimonio histórico y etnográfico de la zona de Las Aletas. Por ello contempla un área cultural, que va desde la creación de catalogo del patrimonio desconocido a la reconstrucción del molino de mareas Goyena como centro de interpretación y museo etnológico de la marisma tradicional. La reproducción de una salina romana, una marisma escuela o el uso de Las Aletas para turismo deportivo o cultural, con una “ruta fenicia”, también tiene cabida.
Hasta 25 talleres se proponen en el área de producción, dentro de la creación de una escuela taller de rehabilitación, recuperación y regeneración de la Bahía. Es el apartado más extenso y completo y el que recoge un mayor número de propuestas, la mayoría de ellas ya cuantificadas en el número de empleos que generaría, el espacio necesario para su implantación y el coste que tendría su puesta en marcha: proyectos como una depuradora de marisco, la producción de sal marina artesanal, pescados de esteros o la construcción del centro de investigación e innovación tecnológica y el desarrollo de energías renovables.