La Federación de Empresas del Metal de Cádiz (Femca) ha acogido “con satisfacción” un nuevo anuncio alrededor de la construcción del prometido Buque de Acción Marítima de Intervención Subacuática (BAM-IS) para la Armada española, cuya faena asumirá el astillero de Navantia en Puerto Real. Así, Defensa confía en que la orden de ejecución se firme en el primer trimestre de 2021, y calcula que el barco pueda estar operativo en el año 2024.
El Ministerio de Hacienda autorizaba el pasado verano el gasto para la construcción de este BAM-IS, una de las “prioridades” de la Armada. Y una de las exigencias de las últimas movilizaciones de la plantilla de Matagorda, después de que este planta acabara la faena de los petroleros.
Este comprometido encargo supone 1,3 millones de horas de carga de trabajo durante tres años y medio, y se prevé que supondrá más de 1.100 empleos anuales, entre directos, indirectos e inducidos. En los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2021, por aprobar, se destina una primera partida de 53,4 millones de euros.
El barco está contemplado en el plan estratégico 2018-2022 que la compañía estatal; se invertirán en él unos 200 millones de euros, de los que 167 corresponden a los trabajos de Navantia, y el resto a equipos de exploración submarina y revisiones.
Este BAM-IS se proyecta como una plataforma que operará como buque de apoyo para operaciones de buceo y para el salvamento y rescate de submarinos y que se prevé que esté operativo antes de la entrada en servicio del primer submarino S-80. Reemplazará al buque de salvamento y rescate Neptuno, que está a punto de finalizar su vida útil.
En una nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz, la Femca se suma a la bienvenida dada a esta “buena noticia” por parte de su Asociación de Industria Naval (IAN), que aglutina a las pequeñas y medianas empresas que forman parte de la cadena de suministro de los astilleros públicos, tras conocerse que los PGE recogen la construcción del buque.
Para la patronal del metal, a este proyecto se une una “vía de oportunidades nueva”: la remodelación de buques de la Armada española e los astilleros de la Bahía, para modernizar su flota en los próximos años, como es el caso de los hidrográficos, además de la construcción de nuevas unidades específicas.
La industria auxiliar quiere que estas expectativas “se traduzcan en carga de trabajo para las empresas gaditanas, tras demostrar su capacidad en los últimos años en el cumplimiento de los requisitos más exigentes en materia de construcción naval civil y militar”.