A pesar de haber recuperado poco a poco los usuarios previos a la pandemia, el déficit generado durante el Covid y la subida de precios de la luz y el gasoil han supuesto para la cooperativa que explota las instalaciones “una ruptura de la viabilidad del servicio”. Junto al Ayuntamiento se ha buscado evitar otro cierre.
El complejo municipal de piscinas de Puerto Real reabría poco a poco en verano de 2018 tras años cerrado tras los problemas con la última empresa que la explotaba. El Ayuntamiento confiaba entonces la gestión a Cooperactiva, la sociedad cooperativa impulsada por la plantilla de la misma piscina con el anterior contratista.
Sin embargo, cuando apenas se llevaba unos meses con el recinto funcionando al completo, en marzo de 2020 estallaba la pandemia del coronavirus, y los cierres obligados y restricciones, afectaban de lleno a la cooperativa. Que para más inri, desde hace meses se enfrenta a un incremento desmesurado de la factura de energía eléctrica y del precio de los carburantes, gastos que se comen la mitad de los ingresos de la instalación.
“No sabíamos qué decisión podríamos tomar, nadie sabe qué va a ocurrir con los precios y tampoco podemos repercutir en los usuarios el aumento de los mismos porque creemos que no es el momento. Lo que sí teníamos claro es que con estos costes, las piscinas cubiertas van a empezar a dar problemas como está ocurriendo en municipios de alrededor”, apunta en una nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz la coordinadora de la instalación Susana Camilleri.
Todo ello, ha provocado una situación de “insostenibilidad” del servicio, y Cooperactiva lleva desde noviembre del pasado año reclamando ayuda y comprensión al Ayuntamiento, manteniendo reuniones con técnicos y representantes del equipo de Gobierno, encabezados por la propia alcaldesa, Elena Amaya.
Entre las partes se ha buscado poder dar continuidad al servicio, evitando los perjuicios de otro cierre de la instalación con las consecuencias que ya tuvo el anterior. De entre las medidas que se barajaron, estaba la de cerrar parcialmente el complejo hasta que se estabilicen los precios, o se encuentren alternativas a la necesidad de implantar fuentes de energía para el autoconsumo (aunque actualmente el techo disponible en la cubierta del edificio es insuficiente para colocar las placas solares necesarias para reducir el gasto en luz y gasoil).
De las dos propuestas, el Consistorio se opuso al cierre y se puso a trabajar en una solución, que “finalmente ha conseguido”.
EL SERVICIO CONTINUARÁ “CON TOTAL NORMALIDAD”
Así, desde la Alcaldía y las áreas de Deportes y Hacienda y la empresa concesionaria han llegado a una serie de acuerdos que darán continuidad al servicio “con total normalidad”.
Por un lado, el Ayuntamiento “ha encontrado una alternativa factible para instalar nuestras placas solares en edificios municipales de la zona”; y por otro, el área de Deportes “va a poner en marcha una ampliación de servicios con la implantación de un programa de natación escolar a partir del inicio del curso escolar próximo”.
Con el cumplimiento de estas dos medidas solicitadas por Cooperactiva, “para ampliar los servicios y poder instalar las placas solares como alternativa a los combustibles fósiles”, desde la cooperativa se confirma que “se continuará con un servicio al cien por cien”. “Trasladamos a todos los interesados que han estado dudando si inscribirse o no, que con las medidas tendremos una temporada de verano y una próxima de invierno, con los servicios y horarios de siempre”, remarca Camilleri.
Finalmente, desde la concesionaria se agradece a la primera edil del PSOE haber conseguido de la Diputación los 60.000 euros que se necesitaban para seguir con las instalaciones abierta.