Más de una tonelada de basura se recogía en la Isla del Trocadero, en el término municipal puertorrealeño, el pasado sábado 14 de diciembre durante un voluntariado de limpieza organizado por la ONG Fondo para la Custodia y Recuperación de la Marisma Salinera (Salarte) y el Centro Cultural de Puerto Real. Se sumaron en torno a 40 personas, inscritas previamente en la I Jornada Gastrocultural Isla del Trocadero, enmarcada en las actividades de la Quincena del Estero y la Sal. Este entorno es Zona de Reserva del Parque Natural Bahía de Cádiz y Bien de Interés Cultural (BIC),
Tras el cruce a la Isla a bordo del bote dispuesto por Salarte, el grupo recibía una charla explicativa acerca de la importancia del enclave en la historia de España y su enorme valor patrimonial, para la que el presidente de la ONG, Juan Martín, estuvo acompañado por el profesor e investigador de la Universidad de Cádiz, Andrés Cózar, y los concejales Manuel Izco y Fernando Boy, este último nacido y criado en la propia Isla del Trocadero.
A continuación, los voluntarios se dividían en varios grupos para peinar la reserva natural y recoger todos los residuos que encontraron a su paso.
Con “gran pesar”, los miembros de Salarte, según expone en un comunicado remitido a DIARIO Bahía de Cádiz, pudieron comprobar el “profundo estado de deterioro” que sufre el Trocadero en la actualidad.
“FALTA DE COMPROMISO”
Esta entidad recuerda que se vio obligada a abandonar los trabajos que venía realizando en este paraje natural “ante la falta de compromiso”, después emplearse a fondo durante más dos años invirtiendo mucho esfuerzo y recursos y el ingente trabajo de una cuadrilla de empleados, para llevar a cabo un proyecto de restauración de los muros y la compuerta principal de la Isla, en base al acuerdo firmado en enero de 2016 con la empresa Cupimar, en el que colaboraron la Diputación, Red Eléctrica, la Andalucia Bird Society y numerosos voluntarios que “trabajaron sin descanso durante dos años”.
El objetivo de este acuerdo no era otro que el de restaurar la Isla del Trocadero, promover su conservación y conseguir manejar la lámina de agua para fomentar su biodiversidad, de manera que pescadores locales pudieran desarrollar su actividad como lo han hecho durante siglos.
Se trataba, por tanto, no sólo de recuperar un patrimonio natural e histórico de primer nivel (“tuvo un papel primordial en el comercio con Indias en la época en que Cádiz se convirtió en sede de la Casa de Contratación, hace más de 300 años, y en el asedio francés a la ciudad de Cádiz a principios del siglo XIX y posteriormente en la llamada Batalla del Trocadero”), sino también de implicar a la sociedad de la Bahía en la gestión y custodia de la marisma salinera como “activo de futuro”.
Tras esta reciente incursión a la antigua Salina de El Consulado en la que pudieron visitar el lugar donde permanece intacta la titánica obra de restauración de la compuerta principal, llevada a cabo por los hermanos Juan y Ricardo Ariza Jurado, Manuel Sánchez Heredia y Daniel Ariza Álvarez, los miembros de Salarte trabajan ahora en la posibilidad de retomar algunas acciones que “consigan minimizar en alguna medida la degradación del espacio y salvaguardar los edificios para evitar que desaparezca completamente de nuestra vista esta pieza clave en la historia de Cádiz, España, América y Francia”.