Y hablando de cultura y de patrimonio, qué decir del Archivo Municipal y de los más de 6.000 volúmenes extraordinarios de la Biblioteca Lobo, que por su importancia es lo primero que se supone que debe estar todo a buen recaudo e inventariado, unificado y en un solo edificio; bien ordenados y clasificados adecuadamente y no tal vez en distintos sitios. Siendo el archivo municipal y la biblioteca, la fuente y la base en donde se cimenta toda la historia, la cultura y el patrimonio de una ciudad y en este caso; de una ciudad como la nuestra, tan rica en tantos hechos históricos y nacionales como en los más importantes de su propia y particular historia.
San Fernando en cuanto a coberturas de espacios culturales como en otros casos, tiene muchas iniciativas empezadas y ninguna acabadas definitivamente, cosa que igualmente ocurre en otras actividades. Siendo así, que los referidos concretamente a los espacios culturales se distribuyen en varios y pequeños reductos, pero ninguno son suficientes ni adecuados en relación a sus demandas en función de sus aforos y capacidades.
Y los ejemplos son múltiples con respecto a los actos socio-culturales que tanto se proliferan en la Isla. Véase los escasos espacios que tenemos bien adaptados a las necesidades de las citadas demandas: el Real Teatro de las Cortes (limitado), la Casa de la Cultura (Idem), el Centro de Congreso (como céntrico sí lo es), pero insuficiente con butacas estrechas muy apretadas e incómodas. Una sala mayor de difícil acceso por sus dos escaleras laterales, que tal vez hubiese necesitado otra escalera central para acceder a una fila tan larga de butacas continuadas. Y otras salas más pequeñas con un solo acceso lateral, que hace muy difícil acceder a las butacas interiores y más aún apara salir ante un caso de emergencia. Pero sin embargo no dispone de una sala intermedia.
Por otro parte, los espacios privados como los salones de actos de las Carmelitas y Compañía de María, y tal vez del Liceo, que aparte de su carácter privado, algunas veces se han utilizados, tampoco resuelven la demanda de la afluencia en casos determinados. Ni la Academia de San Romualdo con lo que promueve, tiene un lugar adecuado no ya para sus actos, sino para su asentamiento y el desarrollo estable de sus funciones.
O el Real Carenero, rehabilitado parcialmente aunque en el término de Puerto Real. Sin embargo, el Puente Zuazo, en el nuestro propio, sigue pendiente todavía de rehabilitar. Así como el proyecto de la CA-33 de Tres Caminos a Navantia y su enlace con la ciudad, también pendiente de acometer en su caso. Y las zonas ociosas y periféricas de Punta Cantora, Polvorines de Fadricas, Clíca, Casería, Cementerio de los soldados y Fábrica de San Carlos (ociosas todavía). Como también la paralización de la Zona Franca prevista en lo que fue Polígono Naval de Tiro Janer, pese a los hallazgos arqueológicos encontrados…
Y así, se seguiría con un larguísimo etcétera, sin contabilizar otras actuaciones no menos importantes para qué, cada ciudadano vea con avidez como se lleva a efecto la remodelación de su ciudad; plasmada en las calles, barriadas, plazas, jardines, muelles, zonas de ocios y divertimientos, recintos deportivos, aparcamientos y otros etcéteras.
¡Ah! y una Estación de Autobuses, que siempre que se presenta la ocasión -y esta lo es- la reivindico, por considerar que es una auténtica pena, observar sorprendido como los excursionistas y los ciudadanos que viajan -que por cierto son bastantes- tengan que tomar el autobús en espacios ambulantes y alternativos o en una de las paradas habilitadas para el transporte público por no tener esa ‘Estación’ en un lugar especifico, lógico y adecuado entre los muchos que hay inhábil y céntricos en la ciudad (uno de ellos por su magnífica situación dada su proximidad a la entrada a la ciudad por la zona del Puente Zuazo), bien podría ser instalarla en un espacio de la Magdalena. Así evitaríamos además, esa pobrísima impresión que le ofrecemos al visitante que nos llega a una ciudad como la nuestra de casi cien mil habitantes; cuna del parlamentarismo, de hombres ilustres, de célebres artistas y de tantas historias, sin que tenga unos accesos cómodos, fluidos y agradables.
Sin mencionar el caos del tráfico que padecemos todavía a la espera de una planificación conveniente con criterios lógicos y razonables. Porque evidentemente entrar y salir de la ciudad y circular dentro de ella en cualquier vehículo rodado resulta un asunto arduo y difícil, que supone tanto como librar una dura batalla. Así como la calle Real ‘anárquica’ y pendiente durante más de siete largos años; esperando su arreglo y su regulación definitiva.
Por otra parte es cierto y así en su justa medida -hay que manifestarlo también- que se ha construido bastante y se ha dotado a la ciudad de espléndidas avenidas, barriadas, espacios verdes, parques, jardines y zonas recreativas, que también están en la mente de todos, tales como el Parque de las Huertas; el del Oeste o el del Barrero; el Cerro de los mártires; la Avenida Almirante León Herrero, el edificio Plaza que tomó su nombre por albergar en él provisionalmente la plaza de Abastos de donde quizás no debió salir; los Hornos Púnicos; la Avenida Rafael Alberti; la Avenida de Pery Junquera; la Barriada de La Ardila; la Fuente a la o de la Comunicación, que sin acabar costó un dineral y por eso ha sido objeto de burla de muchos ciudadanos, que dicen: ¡cómo costó tanto si ya se puso oxidá! Por eso suele ser más conocida irónicamente por unos, como la ‘fuente oxidá’ y por otros, como ´la fuente mojosa’ por mohosa.
Y la Plaza de Abastos Central -la de toda la vida- extraordinario edificio que soportó dos cosas: un prolongado tiempo de obras, más de tres años creo, los cuales tuvo una consecuencia negativa una vez finalizada, que fue la de acabar con la clientela habitual de la cual no se ha recuperado todavía y tal vez también por la falta de ideas y dinamismo (véase Cádiz y Chiclana) que sufrieron también respectivas obras y no ha llegado a la situación de la nuestra. Entrar hoy en ella sobre todo en la parte del pescado -con lo que fue- resulta contemplar un penoso estado de soledad. Y la otra, que eso sí, sirvió para instalar arriba, unas dependencias municipales anexionadas del Ayuntamiento con apariencia de un ‘segundo ayuntamiento’ especialmente para ubicar allí, la delegación de urbanismo, además de bienestar social y la Omi entre otras actividades.
Sin embargo, Bahía Sur-Complejo (a pesar de su irregularidad) y Bahía Sur-Estación. Y la eliminación por fin del paso a nivel después de tantos años necesitado de su supresión para pasar a la población de San Carlos a través de la antigua estación convertida hoy en un ‘apeadero’ muy usado por cierto, como aliviadero de una importante parte de la población próxima a aquella zona, de todo lo cual, hay que decir con toda justicia, que todas sus soluciones han sido eficaces, prácticas y efectivas para la ciudad y sus ciudadanos.
O el Estadio iberoamericano en general muy bueno, pero para algunos no tanto y para otros menos, y sobre todo a nivel de los aficionados más antiguos, a los que se les apetece muy frío y distante, aunque esto sea la consecuencia lógica de la diferencia entre un Estadio y un Campo de Fútbol, porque así considero que se debería entender sin más.
Y el campo de fútbol de Sacramento que aunque envuelto entre edificios, resulta muy hábil para algunas de las categorías futbolísticas y sin embargo no lo es tanto para otras mal que les pese a algunos aficionados, tanto en lo deportivo como en sus instalaciones y coberturas. Ahora junto a él se ha habilitado con buen criterio creo, otro de los muchos aparcamientos públicos existentes en la ciudad como emergencia y aliviadero de los usuarios, que tantas dificultades tienen para aparcar sus vehículos por aquella zona.
Y la antigua Piscina Municipal del Parque Almirante Lahulé, los Pabellones deportivos y la zona de uno de los aparcamientos ya referido en el párrafo anterior, salvo que en esta ocasión obra en menoscabo de la reducción del espacio del citado Parque ya que la instalación en él del -Aparcamiento nº 34- muestra la evidencia de desnudar a un santo para vestir a otro qué, junto con el escenario para determinados eventos al aire libre, ha reducido el espacio al citado parque considerablemente, Y sinceramente ya no se sabe que es en realidad, si un parque con todas las consecuencias de un recinto al uso, vistoso y ajardinado o un conglomerado de múltiples dependencias.
En el otro extremo de la ciudad, tenemos el Centro de Investigación allá en Camposoto. Y pendiente otro centro supongo mucho más importante -el Centro de Salud- que lleva esperando seis años a que la Junta de Andalucía tome la responsabilidad y la iniciativa de su apertura para los ciudadanos tan necesitados de dicho establecimiento en aquella zona tan distante. La Ronda del Estero muy deteriorada de cara al pavimento y al caño. La Magdalena, zona ocasional para recinto ferial hasta ahora, recinto ambulante para el mercadillo de los jueves, recinto de aparcamientos, recinto que en definitiva debería regularse convenientemente de cara a otras carencias.
Y qué decir del mal llamado Palacio de Justicia, deficiente para una población como la nuestra, que al parecer va a tener alojamiento en otro lugar de la calle Real, que después de su traslado veremos causa, efecto y resultado; haciendo constar que esta apreciación se hizo cuando escribía este artículo, pero antes de su publicación, ha surgido algo inédito, increíble y muy difícil de entender, debido a lo sucedido con los expedientes, autos, sentencias y oficios que aparecieron arrojados a la basura, tal vez por descuido y falta de rigor con motivo del citado traslado y preguntaría ¿Cómo puede ocurrir estás negligencias? ¿Qué ejemplo de credibilidad y qué seguridad representa a la Justicia ante una situación como esta para la ciudadanía? ¿Qué consecuencias tendrá ante la gravedad de este increíble hecho en este caso concreto? ¿Creen que alguno…?
Sin embargo, siguiendo con las descripciones, decir que ciertamente se han construidos muchas urbanizaciones; campos deportivos, recreativos, plazas, parques, jardines, calles y avenidas como toda la zona que se comprende a partir de la Avenida de la Constitución. O el Parque de Bomberos; los edificios de la Policía (el de la Ronda y el de Constitución; las viviendas de la Ronda del Estero; el Pedroso; el sector de unifamiliares y Camposoto -playa incluida- y senderos hasta la Punta del Boquerón, espacios estos preciosos y naturales todavía de senderismos y playeros donde se encuentra dos bunker semienterrados; vestigios de otra época desafortunada y la sepultada Batería de Urrutia para desgracia de nuestro patrimonio.
Así como los Náuticos de Gallineras, Puente de Hierro y Casería pendiente no obstante de acabar. La puerta de la Almadraba que rememora la fisonomía de las antiguas puertas de las salinas ¡cuántas hay en desusos y arrumbadas! que necesitan apoyos, ideas y equipamientos. El Centro de Visitantes y el Parque Natural de la Bahía con la inclusión de dos nuevos senderos.
¡Ah! y la controvertida rehabilitación de la Casa Natal de Camarón, pero no obstante ya en marcha y al parecer mejor aceptada ya por sus seguidores antes de la publicación de este artículo, que una vez finalizada durante la pasada Semana Santa, ha recibido según los medios locales, 1.346 visitas de personas muy diversas de las distintas comunidades españolas, amén de otras visitas de personas de países extranjeros, tales como Alemania, Estonia y Reino Unido, lo cual justifica lo que decíamos en la -parte primera- volcase de una vez para siempre, a través de su Museo, y de todos los recursos que permite aprovechar (hoy poner en valor) la universalidad que obtuvo sin duda Camarón con su genial cante, sin descuidar también su Peña y su Mausoleo en el cementerio. La marca Camarón en toda su amplitud, sus consecuencias y bien organizada, puede ser causa de un importante medio de expansión y de recursos múltiples a todos los niveles: sociales, culturales, comerciales y económicos como fuente de riqueza segura si se programa y se organiza eficientemente.
Ahora se acomete a mejorar si cabe y a señalar más profusamente -el Carril Bici- pero sin enmendar su mal trazado en determinadas zonas que resulta ya imposible, porque imposible fue su trazado inicial (en algunas zonas pasan por delante de la salida de algunas viviendas o por las diferentes alturas del parque por ejemplo) Así como distintos proyectos por realizar a la espera de las disponibilidades tanto económicas como administrativas. Teniéndose en cuenta que no hay dinero ni existen sustanciosas financiaciones y sólo se cuenta con los ingresos de las recaudaciones de los impuestos, de las aportaciones del estado, de las subvenciones comunitarias y de los fondos europeos… Continuará… DIARIO Bahía de Cádiz